tag:blogger.com,1999:blog-64276984725529838072024-02-21T02:47:01.494-08:00Todo en BaldeLuchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.comBlogger23125tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-30772716609128761032012-12-10T02:39:00.001-08:002012-12-10T02:39:55.321-08:00<span lang="">En un pueblo de yo no sé donde la confederación de comercios ha organizado una rifa muy especial, según nos explican en la tele, a saber: se rifa un puesto de trabajo a media jornada durante 6 meses, con un salario de 500 €. Los boletos los dan por compras superiores a x, un poco incongruente, pero efectivo, hay gente que invierte en másters y otros hacen compras superiores a, para asegurarse un futuro laboral. La cuestión es que están vendiendo hasta las estanterías.<br />
La verdad es que la idea ha sentado muy bien y todos sacan la zambomba para celebrarlo. Parece haberse condensado el espíritu navideño y haber creado una atmósfera de embeleso. <br />
<br />
Pero yo creo más bien esto: una empresa necesita cubrir una vacante y, aprovechando la coyuntura, lo rifa y le saca mucho más partido, no sólo a través de las ventas de la rifa (que de todas maneras hacen, año tras año), sino a través del trabajo del afortunado porque, ojo, si el ganador no está preparado para el puesto o ya tiene trabajo, se lleva 3000 € del tirón. A ver si me salen las cuentas... 6 meses a 500 €, sí, son 3000. Si coges el puesto ganas lo mismo y trabajas. Cotizas, eso sí, para sacar unos meses más de paro si puedes.<br />
<br />
Resulta que el trabajo ya no es un derecho sino un don, un regalo que nos hacen y que sólo nos beneficia a los trabajadores. Todo lo que nos expolien bien está mientras seamos nosotros los elegidos. Me parece que nos estamos quedando sin dignidad.<br />
<br />
Hay veces en que ver el lado positivo es de subnormales.</span>Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-53026250922083351212012-06-30T00:56:00.001-07:002012-07-23T05:43:56.865-07:00Es la guerra<span xmlns=""></span><br />
<span xmlns=""><br /> </span><br />
<span xmlns="">Suena el timbre.</span><br />
<br />
<ul>
<li><span xmlns="">Hola chaval, está tu mamá?</span></li>
<li><span style="background-color: white;">No</span></li>
<li><span style="background-color: white;">¡¡SÍ ESTOY!! ¡¡UN MOMENTO!!</span></li>
</ul>
<br />
<span xmlns="">El señor del ejército mira al chaval, tendrá unos 12 años, canijo, ojos saltones, dientes esparcidos a voleo en una boca extremadamente grande.</span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">¿Tú por qué mientes chaval?- le susurra, mientras ve llegar a la madre desde la otra punta del pasillo.</span></li>
<li><span xmlns="">Dígame, perdone, que estaba liada con el baño.</span></li>
<li><span xmlns="">Señora –pega un taconazo, y la madre no sabe si ponerse firmes ella también- Venimos anunciando casa por casa que ha estallado la guerra. Por si tienen que tomar medidas al respecto.</span></li>
</ul>
<span xmlns="">La mujer se apoya en el quicio de la puerta con el ceño de lo más fruncido, y escucha a su hijo decir por detrás "no jodas". Le arrea un elasticazo con el guante de goma en toda la cara. "¡Calla puñeta!".</span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">¿Pero y eso?- acierta a decir la madre</span></li>
<li><span xmlns="">Pues fíjese, que estaban las cosas mal y en fin… Nosotros no somos los que decidimos, somos, como quien dice, unos mandados. Y se ve que las conexiones no andan bien, que los rebeldes han tomado las televisiones o algo así y se han bloqueado no sé qué señales de satélite… en fin, una locura</span></li>
<li><span xmlns="">Madre de Dios</span></li>
<li><span xmlns="">Pues sí, y nos han ordenado, para que vayan ustedes sabiendo y por si tienen que preparar la huida, que vayamos proclamando el inicio de las actuaciones bélicas y su carácter indefinido.</span></li>
</ul>
<span xmlns="">La madre entrecierra los ojos y escruta al militar que es muy alto pero tiene cara de nobletón.</span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">¿Pero indefinido cómo?</span></li>
<li><span xmlns="">Pues... mire usted… de no saberse nada</span></li>
<li><span xmlns="">A ver, pase usted un momento y me cuenta, porque me estoy quedando a cuadros.</span></li>
<li><span xmlns="">En realidad, señora, tenemos unas 15.000 viviendas que visitar, porque tampoco nos han funcionado las sirenas de toque de queda, que se supone que estaban, pero bueno eso es otro tema… Que me voy a tener que ir, no quisiera hacerle el feo pero…</span></li>
<li><span xmlns="">Bueno, mira, 15.000 son muchas, si te sientas un poquito yo te pongo un coca-cola y son dos minutos, rey, que tienes que estar pasándolo mal tú también.</span></li>
<li><span xmlns="">Pues la verdad, agradable no es…</span></li>
<li><span xmlns="">Pasa, pasa, corazón. Niño, bájale el volumen a la consola, hazme el favor. ¡y quita ese juego, mira que eres inoportuno, leche! ¿no ves que está este señor aquí… con lo mismo?</span></li>
</ul>
<span xmlns=""><br /> </span><br />
<span xmlns="">El niño de los dientes disparados apaga la consola haciendo un gesto de fastidio con sus brazos escuálidos.</span><br />
<span xmlns="">El militar se sienta en el sofá y las rodillas le llegan casi al pecho. Es una casa muy pequeña y por ende el sofá es de pitimí. Al otro lado de sus propias rodillas descubre que la señora le ha colocado una lata de coca-cola con su posavasos.</span><br />
<span xmlns="">Ella se sienta en una silla que ha girado para ponerse más cerca del militar.</span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">¿Pero y entonces la guerra contra quién es?</span></li>
<li><span xmlns="">A ver, es que no es tan fácil como "contra quién". Esto lleva viéndose venir desde hace un tiempo, usted lo sabrá…</span></li>
<li><span xmlns="">Ah, no, yo no veo la tele desde que se acabó "Victoria".- se hace el silencio- Es una novela que echaban.</span></li>
<li><span xmlns="">Bueno, la cuestión es que ni es civil, ni es mundial, es como de unos que se juntan que no son de países sino que son así como… sería como si… No lo sé muy bien, la verdad. Pero esta es gorda, eh, se lo digo así en plan confidencial. Esta-es-gorda.</span></li>
<li><span xmlns="">Virgen del Carmen, ¿y ahora qué hay que hacer?</span></li>
<li><span xmlns="">Pues bueno, nosotros estamos recomendando que empiecen ustedes a irse a campos de refugiados, que ya los están preparando lejos de los núcleos urbanos, y que recen ustedes mucho por morir de una bomba y no de un ataque bacteriológico.</span></li>
<li><span xmlns="">¡¡Ay dios mio!!</span></li>
<li><span xmlns="">Pero no se alarme, que tal y como está la tecnología hoy en día, la guerra no puede durar mucho. De hecho si quisieran dejaban España hecha un solar en un solo ataque. Y la utilizarían de enclave estratégico militar, porque estamos en un sitio privilegiado, eso no nos pueden decir que no lo tenemos. </span></li>
<li><span xmlns="">¿Y mi marido, que está en el trabajo?</span></li>
<li><span xmlns="">¿Su marido trabaja? Enhorabuena. </span></li>
<li><span xmlns="">Gracias</span></li>
<li><span xmlns="">Tampoco se preocupe que seguro que ya lo han reclutado para unirse al ejército. Y una cosa le digo, tal y como están las cosas, es casi mejor que lo que le va a pasar a usted. Al menos le van a dar de comer mientras dure la actividad bélica. ¿A qué se dedica su marido? </span></li>
<li><span xmlns="">Es contable</span></li>
<li><span xmlns="">Buah, entonces no cuente usted con verlo más. Normalmente a los oficinistas los ponen en primera línea. Pero nada, hay que tirar para delante ¿no?</span></li>
</ul>
<span xmlns="">La mujer hace un puchero tembloroso y hunde la cabeza llorosa en la goma estrujada de los guantes.</span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">No se preocupe, mujer, que al menos al niño se lo dejamos con usted. Sólo hay que verle para saber que no es apto para la guerra. Lo malo es que va a pedir de comer y no creo que sea capaz de echarle una mano a usted en las tareas de supervivencia que le van a tocar vivir de ahora en adelante. Pero en fin… </span><span style="background-color: white;"> </span></li>
<li><span style="background-color: white;">En fin… - dice la mujer secándose la nariz con el dorso de la mano. - ¿quiere usted otra cosita? ¿le preparo un bocadillo?</span></li>
<li><span style="background-color: white;">No, gracias, se lo agradezco mucho pero tengo que ir yéndome que me esperan en el polideportivo para el reparto de armamento y como digan de atacar, me pillan compuesta y sin novio -jajaja- Ha sido usted muy amable, señora.</span></li>
<li><span style="background-color: white;">Nada, hijo, para eso estamos… Si no nos ayudamos entre nosotros ¿quién nos va a ayudar? ¿los políticos?</span></li>
</ul>
<span xmlns="">Ambos sonríen y ella le palmea las anchas espaldas con cariño. </span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">Bueno, que tengan ustedes suerte – dice el militar.</span></li>
<li><span xmlns="">Igualmente, niño, cuídate. Tú quédate en la parte de atrás siempre ¿eh?</span></li>
<li><span xmlns="">No sé si va a servir eso de mucho pero…</span></li>
<li><span xmlns="">Marquitos, a ti que te gustaba tanto la selección española, ¿no querrás irte con ese chico a defender a tu país?</span></li>
</ul>
<span xmlns="">El niño pone un mohín de asco y se rasca la cabeza</span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">Pero qué dices mama…</span></li>
<li><span xmlns="">Y así conoces gente, que te va a venir bien salir. Si de todas formas vamos a morir todos. </span></li>
<li><span xmlns="">Hala, mama, que bruta eres</span></li>
<li><span xmlns="">Como quieras, pero luego no me des la lata con que quieres irte al campo de batalla ni que te aburres ni nada de eso.</span></li>
<li><span xmlns="">Que me dejes mama</span></li>
<li><span xmlns="">Desde luego, qué mierda de hijo. Bueno, chaval, un besito. Ten cuidado</span></li>
<li><span xmlns="">Gracias señora. Si viera usted que empieza a sonar la sirena no salga, coja usted un trapo húmedo y se lo pone en la boca y se mete en un armario. Dicen que es lo mejor que se puede hacer antes de según qué ataques.</span></li>
<li><span xmlns="">Muchas gracias corazón, hala, con Dios. Besitos a tus compañeros. ¡Viva España!</span></li>
</ul>
<span xmlns="">El chico le hace el saludo militar desde el descansillo y ella agita sus guantes de goma con expresión de orgullo.</span><br />
<ul>
<li><span xmlns="">¡A por ellos oé! ¡A por ellos oé! ¡A por ellos oé! ¡A por ellos oé oé!!!</span></li>
</ul>Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-38636938980433375922011-08-08T12:39:00.000-07:002012-07-23T06:01:22.849-07:00En el trenTengo un coche viejuno y ruidoso que resulta ser un eficaz medio de transporte como he podido comprobar en varias ocasiones. A veces, por problemas ajenos a su condición porque es un buen coche, me ha dejado tirada en distintos puntos de Málaga y provincia. Bien es verdad que en el momento invoco a espítirus malignos para que se lo lleven al infierno, pero cuando es finalmente la grúa quien responde a mis demandas y al cabo se lo llevan a ese infierno de los coches que debe ser un garaje de coches rotos, tal como se lo están llevando voy yo haciendo pucheros y me siento vil y malvada, y abandonada también, es verdad, pero sobre todo ruin. Al fin y al cabo era un eficaz medio de transporte.<br />
Pobre coche.<br />
Cuando pasa la culpabilidad y hablas con el mecánico empiezas a pensar que gracias a Dios existe la seguridad social, porque si todos dependiéramos de médicos malvados y engañifes y sacacuartos como los mecánicos, todos estábamos muertos o durmiendo bajo puentes. Qué voy a contar que no sepáis de los mecánicos, son una raza, como las peluqueras, las francesas de mediana edad, o los funcionarios de la administración. Lo que pasa es que son de nuestra misma especie y eso les hace más peligrosos. Si al menos Dios hubiera tenido las luces de Tolkien y los hubiera hecho más identificables, nos ahorraríamos las sorpresas.<br />
Como cuando mi hermano me dijo que su novia era peluquera. Ay qué bien, pensé. Por fin una peluquera a la que podré explicar con libertad lo que quiero que me haga y que no hará lo que le salga del santísimo moño. Fatal error, la verdad, mi cuñada tiene una peluquería ahora que va a pisar su prima Rita porque aquí la que les habla ya ha tenido experiencias variadas como tintes de colores. Luego resultó que su hermano, de mi cuñada, mi concuñado exactamente, era mecánico, lo que prueba mi teoría de las razas a nivel genético.<br />
Y allí, another fatal error, llevé a mi pequeñin enfermo de la culata para que me lo mirara y chequeteara con el fin último de seguir tirando milla y haciendo ruido a lata durante tanto tiempo como fuera posible.<br />
<br />
El lunes te llamo, me dijo. Era jueves. Bueno, pensé, es justo. Los mecánicos no trabajan los sábados, su religión debe prohibírselo, así como pronunciar correctamente todos los sonidos de las palabras o mirar directamente a los ojos. Supongo que si lo examina el viernes concienzudamente y medita el sábado, dejando el domingo para el descanso del guerrero, el lunes es un buen momento para recibir la fatal noticia del fallecimiento de todo el preciado mecanismo o la no menos fatal noticia de su costosa reparación. Pero el lunes no llamó, qué concuñado este más despistado, debió olvidarse.<br />
Había yo tenido ya contacto durante unos días con el siempre sorprendente mundo del tren de cercanías, del que me alejo y al que vuelvo como el mar a la aldea mediterránea de Serrat, siempre con funestas consecuencias para mi bienestar emocional. O su búsqueda incansable.<br />
<br />
Pero un par de días en el tren apenas hacen mella, salvo por perder cada día el triple de tiempo del acostumbrado en llegar a los sitios. Al principio hasta gusta, porque es más épico, más de película, si hacemos una elipse en cuanto a cómo has conseguido el sitio junto a la ventana y pasamos directamente a la escena en la que, barbilla en mano y codo en ventana, miras al otro lado sin importar lo que ves (porque si te importara lo odiarías) y pones en tu mente como banda sonora "everybody is talking at me, I don´t hear a word they´re saying... only the echoes of my mind...". Algo así. Y también puedes imaginar que alguien se ha enamorado de ti en el tren, como cuando una es adolescente y se enamora 300 veces en un día, sin mayores consecuencias.<br />
Pero este efecto casi placentero suele durar sólo un par de días.<br />
El lunes de la no-llamada, me posicioné en el andén justo antes de que empezara a sonar el tracatrá del tren, porque todo hay que decirlo, puntual es puntual que te cagas. Minuto trece, guardo el libro, minuto catorce me deslizo junto a la columna del final del andén, minuto quince llega el tren y se para generosamente en el mismo punto, centímetro arriba, centímetro abajo, que ayer a la misma hora. ¿Qué tenéis que decir a eso, ingleses? Mi ya legendaria xenofobia me trae a las mientes que sí, mucha puntualidad inglesa, pero allí os da el sol por un colador, coméis rubbish y llueve todo el rato. Y sí, el tren llega a su hora aquí. JA.<br />
Lo mágico ocurre entonces. Cuando llega el tren, digo. No todos estamos allí a la misma hora, ¿no es así? ¿Pero acaso hemos hecho cola, como en el autobús? No ¿Se respetan los turnos acaso? Imposible. Comienza la danza de entrar en el tren. Suena el pitido inicial mientras salen los que salen y se posicionan los que esperan entrar. Comienza el juego. Uno casi se cuela por la izquierda que está muy mal visto, es como un fuera de juego; tampoco hay que tocar a nadie, alguien podría fulminarte con la mirada y caerías en desgracia. Tampoco hay que avasallar a las señoras mayores, hay más bien que cubrirlas en posición de defensa y en la medida de lo posible girar en torno a ellas, para adelantar en ataque. Si dudas a la entrada entorpeces el juego y puedes ser de nuevo fulminado por lo que debes dirigirte hacia adelante, donde quiera que ello te pueda llevar, tal vez a un sitio libre, a ser posible en dirección de la marcha del tren, aún mejor si puedes ir junto a la ventana, mejor aún si no tienes a nadie a tu lado, pero el golpe supremo es no tener a nadie alrededor. Eso es una vida extra. A veces se da el caso de que el dirigirte adelante convencido de tus posibilidades te lleve a un callejón sin salida: perdiste sitios que pudiste haber ocupado y ahora no hay vuelta atrás. Te agarras a la barra y sabes que hoy ya nada puede salir bien. Esos días son horribles.<br />
Por lo demás los viajes en tren son agradables. Normalmente se puede leer o se pone uno los cascos y no se entera, pero a veces, sólo a veces, los destinos de todos los individuos se fraguan a fuego lento en un vagón, como en Perdidos, y todo puede ocurrir. Pero yo no voy a contar nada de eso, la verdad.<br />
<br />
Como el lunes no me llamó, le llamé yo el martes. Me pasa que siempre que tengo que coger el tren vivo en la intranquilidad de que ese día definitivamente voy a perderlo. Como norma he cogido la sana costumbre de no mirar el reloj hasta que llego a la estación, lo que me lleva a un frenesí de prisas y agitaciones nerviosas, sudores, calambres en las espinillas e insultos mentales a señoras con perritos y niños que no saben por donde van, a pesar de tener ya casi dos años. También contribuye a mi estrés autoinducido el hecho de que el móvil va unos 5 minutos adelantado (no lo he comprobado fehacientemente porque eso haría que perdiera su mágico efecto), con lo que al llegar a la estación aún tengo unos 10 minutos para descongestionarme, beber un poco de agua y llamar por teléfono a mi con-mecánico a ver que tal va el coche.<br />
- Pues le tengo que mirar la culata.<br />
¿Y qué has estado haciendo?- pienso<br />
- Vale, cuándo me dices lo que sea.<br />
- Mprff , eso hay que... eso es de levantahlo... (-) vé luego si (-)... no sé lo que vachá de tiempo. (-) llamo mañana y ya (-) digo a vé.<br />
-(Silencio).<br />
-¿Vale?<br />
- Vale vale.<br />
No tuve tiempo de pensar porque el tren llegaba y todavía no había calentado cuello y hombros. Pero a la vuelta, por la noche, cuando el tren es más triste porque las ventanas sólo reflejan el interior, me acordé de mi familia con-política con saña y rencor.<br />
Al día siguiente resultó que no me llamó. Me había leído ya dos libros y había estado meditando acerca del exceso de población en la zona cuando al día siguiente le volví a llamar.<br />
- Mecánico, ¿qué?<br />
- Pues mira..<br />
- (Silencio).<br />
- No te lo he podío mirá. <br />
Hio puta, pensé.<br />
- ¿Y entonces?<br />
- Mira, yo le voy a hacé (-) y cuando eso (-) yo te retifico la culata le pogo lo maguitos (-) se quea nuevo, pero claro (-) te via cobra poco (-) y luego yo te llamo. ¿Te parece?<br />
- (Aturdida). Yo lo que tú veas, mecánico. A mí el coche me hace falta, la verdad, pero lo que me interesa es que se quede bien.<br />
- Aro, aro. Eso es lo que yo te digo que al finá (-) (-----) y te llamo.<br />
Y no me llamó, estaba claro. Llegó el viernes siguiente (el segundo viernes sin coche) y era principio de agosto. Este fin de semana pasado. Yo trabajaba en el aeropuerto; negra estaba ya de dindondin y de guiris que no sólo creen que lo sabes todo de allí, en particular de dónde salen sus vuelos respectivos (yo qué sé señora, hay 200 puertas de embarque, mírelo en una pantallita de esas, yo vendo libros) sino que además están seguros de que hablas su lengua, cualquiera que esta sea. Tengo ya elaboradas unas 1000 caras de no-entiendo-nada-de-lo que-me-dices diferentes y ninguna de ellas es suficientemente efectiva como para que dejen de hablarme en lenguas que no conozco. He de reconocer que a veces les entiendo y hago como que no, pero quién no.<br />
Total, que iba ya negra. Al entrar en el tren no había sitio, la partida se había jugado mucho antes de que yo llegara, y sólo faltaban por acomodar unos 50 kilos de equipaje per guiri en un espacio ya de por sí saturado. Por otro lado, el ambiente festivo del friday night había subido los decibelios de las voces de los que ya estaban acomodados, como si con el tiempo el vagón se fuera convirtiendo paulatinamente en una verbena de pueblo.<br />
Y digo yo: ¿qué necesidad tenía yo de saber que el grupo de amigos gays sentados detrás de mi planeaban irse a Berlín a pasar un finde, pero que Jesús decía que era mucho mejor ir entre semana porque iban a gastarse lo mismo pasando más días? ¿qué necesidad tenía de saber por qué venían arrastrando rencillas desde el día que habían planeado ir a la cabalgata del orgullo gay y algo no salió como esperaban? Es más, ¿por qué al girarme hacia otro lado, por humildad, porque mis oídos se empeñaban en oír, tuve que tragarme toda una conversación adolescente de chiquillas que habían tardado horas en ponerse el pelo totalmente vertical hacia abajo, inquebrantablemente liso y tapando de manera sospechosa zonas concretas de su frente o mejillas, acerca de si sus muy mayores padres que tendrían por lo menos, yo que sé, cuarenta o más, sabían o no sabían lo que ellas hacían cuando se iban a estudiar?<br />
Aquello era un despropósito de voces, maletas, olores y estampados que estaba saturando mi sensibilidad decimonónica. Un síndrome de stendhal pero al revés iba a darme y empecé a pensar en la legitimidad de la bomba atómica cuando vi, con anhelo y desconfianza, como un naúfrago intuye un barco en lontananza, que se acercaba mi parada.<br />
Próxima parada: Benálmadena, Arroyo de la Miel. Next Stop: Benalmádena, Arroyo de la Miel.<br />
Por fin iba a salir del infierno. Estaba cansada, sudorosa, aturdida. K.O.<br />
Me acercaba a la puerta, con irrefrenable alegría, para contemplar después extrañada cómo todo el mundo comenzaba a posicionarse junto a las puertas.<br />
A mi me pareció que se bajaron dos millones de personas. Estando de pie en el andén, miré el tren vacío con añoranza, y luego miré delante de mi, a los dos millones de personas (maletas, olores, estampados...) subiendo una estrecha escalera de salida (la escalera mecánica no funciona por defecto, nació muerta) con la única intención de invadir mi pueblo, a golpe de bermudas, voces y carcajadas estruendosas.<br />
Me quedé parada en el andén, como Penélope, y pensé que tirarme a las vías era absurdo porque el tren tardaría media hora en volver a pasar y para entonces podría salir de la estación sin problemas y todo habría pasado. Así que aguardé un poco, cogí el teléfono y llamé.<br />
- Bueno, qué.<br />
- El lunes lo tienes sin falta.<br />
- Sí o qué<br />
- Yo te llamo.<br />
Creí que iba a llorar y patalear y a revolcarme por el suelo, pero se ve que es necesario llegar más lejos para un brote de histeria. Está claro que no quiero llegar.<br />
Sólo puedo añadir que finalmente recuperé el coche (aunque aún le quedan cosas por arreglar) el miércoles siguiente a ese viernes fatídico. Me abracé a su parabrisas, le acaricié los retrovisores y el salpicadero y le prometí que lo lavaría más a menudo. Espero que no me vuelva a abandonar porque no sólo es un medio de transporte eficaz, sino que le quiero. Creo que le quiero.<br />
<br />Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-10128956053946846092011-06-27T10:45:00.000-07:002011-06-27T13:15:17.071-07:00Lo que aprendí ayerAyer estuve leyendo un librito de unas 60 páginas que se llama "Manifiesto de economistas aterrados". Lo primero que debo decir es que me enteré sólo de algunas cosas y que si el manifiesto tiene 20 páginas más me estalla la cabeza. Ignorante que es una en menesteres económicos.<br />
<div>Pero me dejó rumiando, que es de las mejores cosas que te pueden pasar con algo que lees. Y saqué algunas conclusiones.</div><div><br />
</div><div>1. Que los mercados financieros, dicho así en abstracto, fueron concebidos en base a una idea errónea: que estipular un valor a nivel global podría ayudar al equilibrio económico. </div><div>Se ve que no es así, que no se trata de un señor con una maza que adjudica el precio final de X, sino que las consideraciones de los mercados financieros (allá en el círculo de infierno en el que se hallen) son performativas, esto es, que crean realidad en lugar de describirla, y que por más que nos tranquilice que haya un señor con una maza en el quinto infierno diciendo que pesetas a cuatro reales, ese señor QUIERE que las pesetas estén a cuatro reales y al final se saldrá con la suya. ¿Podríamos decir entonces que los mercados financieros son el demonio? Sí, o un subproducto suyo surgido en un momento de aburrimiento y de matar moscas con el rabo. </div><div><br />
</div><div>2. Que todo lo que se puede aplicar a la economía doméstica NO se puede aplicar a la macroeconomía. Esto es simple y muy tontorrón, pero yo tenía más que claro que la ley de la oferta y la demanda era como la gravedad, que no se ve, pero que está ahí, haciendo fuerza. Y resulta que no.</div><div>En este caso el ejemplo era muy didáctico. Cuando sube el precio de un producto, normalmente baja la demanda (a no ser que su público objetivo sea un colectivo friki) y así se autorregula el mercado. Pero en el caso de las entidades financieras ocurre lo contrario porque cuando sube el valor de un producto todo el mundo pierde el culo por tener más y más de ese producto, pensando en sus rentas. Y de ahí (y de los bolis bic vacíos) surgen las burbujas. </div><div>Otro ejemplo de esto es que todo el mundo en su casa, cuando está en crisis, gasta menos. Pero en los Estados la cosa no funciona tan así. Precisamente en los momentos de crisis es cuando se requiere una mayor inversión en educación, en creación de empresas, incluso en sanidad y seguros sociales, porque todo ello en el medio y largo plazo procura una subida generalizada del nivel de vida. Y ahí llegamos a otro punto conflicto que es</div><div><br />
</div><div>3. Los impuestos. La bajada de impuestos es contraproducente, fíjate tú. Precisamente porque con menos impuestos, el Estado carece de solvencia y no puede llevar a cabo la más mínima inversión (que es lo que hace falta) y permite que las rentas altas se queden con lo que tienen y las rentas bajas tengan que invertir, además de en sobrevivir, en aquello que el Estado está dejando de procurar. </div><div>Ejemplo:</div><div> a) Mi dinero es mío y me lo gasto como quiero. Que sé yo, lo guardo en bancos suizos. O lo tiro al río.</div><div> b) No tengo un duro y además tengo que pagarme la carrera porque el Estado recorta en becas. Como no me la puedo pagar me dan por la trastienda, hago el sudoku del adn en la cola del paro cada mañana y miro con pavor cómo mi prometedor futuro desaparece sustituido por una idílica y pastoril estampa tocando la flauta en la puerta del metro. Noche de paz, que fue lo que me enseñaron en el colegio.</div><div><br />
</div><div>4. Que todo esto es una conspiración judeo-liberal. Se creían ustedes que Europa era un continente ¡Ja! ¡Es una mafia! Parecía que la Europa unida era una cosa así como de Jarcha, cogidos de las manos y cantando a la libertad, con una moneda única que, ni para ti ni para mí, lo dejamos en el valor del marco alemán, con un objetivo claro de unificación económica y social, un futuro de paz y prosperidad, como el discurso de navidad del Rey. Como los panfletos de los testigos de Jehová, los niños con los leones, los mapaches con las serpientes, los negros con los blancos, sin armas, sin retretes, sin luz eléctrica... ya casi lo conseguimos. </div><div>Pero en definitiva lo único que se ha conseguido es abrir las fronteras comerciales y eliminar las trabas de la globalización. El único objetivo era instaurar el neoliberalismo en todos los Estados, sin tener en cuenta otras connotaciones sociales, culturales o políticas. O no sé, democráticas. </div><div>No importa a quién votemos, las normas vienen de un liberalismo solapado pero manifiesto que las impone por encima de nuestras propias constituciones nacionales. </div><div>Nada de presupuestos globales, nada de solidaridad entre países, quién dijo eso, al contrario. </div><div>El caso de Alemania me parece claro. Las imposiciones dentro del estado alemán han permitido que a pesar de la crisis y de las restricciones internas haya un excedente en el mercado exterior que compite deslealmente con las economías más frágiles de la misma Europa. Y requiere para sí unas condiciones de apertura (subida de intereses y demás) que claramente perjudican a países como Grecia, Portugal, Irlanda y España. </div><div>Y hablemos ahora del Banco Central Europeo. En aras de ese liberalismo casi fanático, se prohibió expresamente que el BCE comprara deuda soberana de los países miembros de la Unión Europea. Para que seamos completamente libres, incluso de pudrirnos en el fango. Otros países como Estados Unidos han hecho que sus bancos nacionales compren su propia deuda y consiguen así darse un respiro. A nosotros la alternativa que nos queda es el "rescate", y con ello voy al ¿quinto? quinto punto:</div><div><br />
</div><div>5. Los rescates son una extorsión flagrante a los países que no tienen alternativa. </div><div>Por poner un ejemplo gráfico, la Unión Europea tiene una fuera borda y Grecia es un libio perseguido al que van a matar como mire atrás. Esa es la "ayuda" que da el dueño de la patera a los desesperados emigrantes que no tienen otra opción. Grecia se prostituirá en la calle de un polígono hasta que pueda pagar lo que debe, y nunca volverá a ser libre. Qué dramática que soy. </div><div>Pero es así, y ¿quién valora la economía griega como de riesgo o no? Ajá, ahí volvemos al punto 1.</div><div>Las entidades financieras trincan la maza y dicen que Grecia no va a levantar cabeza ni aunque quiera porque aquí estoy yo para evitarlo, para subir el interés de su deuda a un 10 %, y para que se puedan imponer unas condiciones de trabajo y mercado que me salgan a mí de la maza. </div><div>Si el BCE comprara deuda griega, podría estipular un interés mucho más bajo pero claro, eso no trae cuenta.</div><div><br />
</div><div>No tengo muy claro cómo, pero creo que de nuevo hemos vuelto al principio y con los cinturones más justos. Quien dijo que esto podía ser el final del capitalismo no se dio cuenta de que por mal que nos haga, está tan metido en nuestro organismo que terminar con él sería estirpar una gran parte de nosotros mismos (plagio descarado de un comentario de Miguel, ya te pagaré los copyraises). Ni siquiera lo tenían pensado pero les ha venido de perlas el formateo, no han perdido nada y resurgen más fuertes que nunca. </div><div><br />
</div><div>Y lo que les queda por meter en la buchaca, que todavía se frotan las patitas cuando ven a Zapatero entrar por la puerta de las reuniones esas que hacen ellos. Le dan palmaditas en la espalda y les brillan los ojillos, pensando en los dinerales que un gobierno como el español puede llegar a extraer de las venas de los propios españoles. Y además, que qué colonización, tú, Napoleón la hubiera querido para sí.</div><div>Qué vacaciones baratas que nos vamos a pegar, que cañitas bien tiradas, fresquitas, a euro veinte (incluye tapa) mirando al mediterráneo. Qué disfrute, qué solaz, pasándoles el recibo cada mes, qué pueblos tan bonitos, algunos blancos, otros azules, yo creo que si les perdonamos una mensualidad pintan uno verde fluorescente, o tiran la Puerta de Alcalá o el Acueducto. Y si les perdonamos otra, los vuelven a levantar. </div><div><br />
</div><div>Ay qué miedo tengo madre... Que si aterrados están los economistas, el culo apretado se nos queda a los ciudadanos de a pie, que añadimos al pavor la ignorancia, y a la ignorancia, la indefensión. </div><div><br />
</div><div>Nota: Perdonen la falta de exactitud, la perspectiva simplista y los posibles... probables... los errores. Tengan a bien apostillarme en las incorrecciones y si es necesario insulten un poco, que la letra con sangre entra. </div><div><br />
</div><div><br />
</div><div><br />
</div>Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-84527149906559893002011-06-06T11:08:00.000-07:002011-06-06T11:08:09.055-07:00El plan romeroEsta mañana he escuchado en la radio que se ha activado en Andalucía el <a href="http://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/sociedadysalud/057754/plan/romero/activa/hoy/lunes/nivel/regional/garantizar/buen/transcurrir/romeria/rocio">plan Romero</a>. ¿el plan qué? Pinche, leñe.<br />
Sí, amigos, si notan el pavimento algo torcido o escuchan sonidos quejumbrosos procedentes de la madre tierra no se asusten, es que la península está sufriendo una concentración demográfica en la zona sur-occidental: es el Rocío.<br />
Y no me digan que la foto no es clavadita a la hilera de la procesionaria del pino, véase: <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiX180T_ewDhWZj6c3QM4h1rurda6fMA0s-lmElh5F3ejuiLjF4F1s0aDUsV-TSBG9grWZIuChQhwzG3adAHYreBYYXJN-2QwTmpSQ3ktuJBqFdpj8cAMpUW4BH6QJGoI-iUx7ckZFg43A/s1600/1307354617284carretasNP2dn.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiX180T_ewDhWZj6c3QM4h1rurda6fMA0s-lmElh5F3ejuiLjF4F1s0aDUsV-TSBG9grWZIuChQhwzG3adAHYreBYYXJN-2QwTmpSQ3ktuJBqFdpj8cAMpUW4BH6QJGoI-iUx7ckZFg43A/s1600/1307354617284carretasNP2dn.jpg" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5JXW5jooiXltnEN0fttqRzEYQRpIoemU0t2Xsq45PKdnRnparF_N1QJlfB-LPz6aT2Pwf72GDuyjLiSqtPESKVT8j-G_IYPKGi6sFH9helLvj3fr17FiIyp8NVOjmEi-NJ8-CQr27BiU/s1600/procesionaria+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5JXW5jooiXltnEN0fttqRzEYQRpIoemU0t2Xsq45PKdnRnparF_N1QJlfB-LPz6aT2Pwf72GDuyjLiSqtPESKVT8j-G_IYPKGi6sFH9helLvj3fr17FiIyp8NVOjmEi-NJ8-CQr27BiU/s320/procesionaria+1.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
La cuestión es que la movilización es masiva: 6000 profesionales nada más y nada menos, para unos 35 mil romeros, cuyas asistencias médicas más frecuentes serán:<br />
"... los relacionados con reacciones alérgicas, traumatismos tales como contusiones, esguinces, fracturas y politraumatismos, dermatitis por contacto, síncopes y lipotimias, así como gastroenteritis, picaduras de insectos y ofidios o infecciones de garganta, nariz y oídos." Calor, campo, bichitos... es lo normal.<br />
Pero no escatimemos:<br />
..."150 efectivos desplegados en los caminos y la Aldea. Asimismo, se movilizarán 15 vehículos asistenciales (entre uvis móviles, ambulancias todoterreno y ambulancias de soporte vital básico) y ocho quads para zonas de difícil acceso, además de dos helicópteros medicalizados del 061. En la aldea de El Rocío se habilitará un hospital de campaña y un centro periférico de atención."<br />
Pero lo mejor es ponerse en lo peor y para ello, más dotación: hay varios helicópteros, uno con cámara y dispositivo infrarrojo, gps's en los simpecados, un helipuerto nuevo (ya había 20) en la zona donde "sestean" y pernoctan los romeros...<br />
Y para controlar el riesgo de incendio se desplazan 230 especialistas, vigilando desde 13 torretas, con 10 aeronaves, 9 autobombas y advirtiendo que "...en zonas forestales las candelas -encender hogueras- están prohibidas". Recordad, queridos niños, que aunque "candela" suena bonito, es también fuego. <br />
Todo ello con la previsión de que andar, andar, lo que se dice andar, van a andar poco; el que más, tarda 4 días, porque suelen hacer su trechito a motor y luego al final se bajan del coche, para que no les digan que no peregrinan. Otros ni siquiera disimulan, pero a ver, cuando vienes de Bruselas, quién se va a creer que has venido andando. No digamos de Ibiza.<br />
Pero no quiero que me malinterpreten, aunque me parecen ridículas las características del evento no me parece que esté mal que se haga efectivo un dispositivo de seguridad a su alrededor. Es lo que hay que hacer, porque luego pasa lo que pasa, con tanto buey y tanto burro junto.<br />
Lo que de verdad me parece mal es que la mayor parte del camino transcurre en el parque natural de Doñana (donde una pernoctación no autorizada si no es en travesía, entre la puesta y la salida del sol y a volar, puede costarte unos 200 €).<br />
La huella del Rocío es profunda, como el caballo de Atila:<br />
<br />
"Durante la romería se concentra la entrada de miles de personas en el Parque Nacional de Doñana. Esto supone un gran impacto ambiental en unos ecosistemas únicos y protegidos.<sup class="reference" id="cite_ref-9"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/El_Roc%C3%ADo_%28fiesta%29#cite_note-9"><span class="corchete-llamada"></span><span class="corchete-llamada"></span></a></sup><br />
Seprona ha manifestado en reiteradas ocasiones los malos tratos que reciben los animales que acompañan a los peregrinos. En 2009, El Rocío se saldó con 23 caballos muertos (en 2008 fueron 25) por agotamiento, inanición y maltrato, sin sumar los que mueren al terminar en las cuadras.<br />
La principal amenaza es el aumento descontrolado de vehículos de motor, fundamentalmente todoterrenos que provocan ruido, humos y daños en el suelo al circular fuera de los caminos.<sup class="reference" id="cite_ref-10"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/El_Roc%C3%ADo_%28fiesta%29#cite_note-10"><span class="corchete-llamada"></span></a></sup><sup class="reference" id="cite_ref-11"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/El_Roc%C3%ADo_%28fiesta%29#cite_note-11"><span class="corchete-llamada"></span></a></sup><br />
También la producción de basuras se dispara, así como el ruido de motores, amplificadores, gritos de día y de noche y los peligros de incendio. Asimismo, los cohetes y petardos lanzados son objeto de numerosas críticas al provocar molestias a vecinos y a sus animales (ganado y mascotas), además de suponer un gran impacto en las zonas protegidas, donde anidan un gran número de aves."<br />
<br />
Ahora qué.<br />
Más:<br />
<br />
"Los intereses económicos que dependen de esta fiesta han provocado actuaciones peligrosas para la conservación de Doñana, como el caso del asfaltado ilegal del camino rural de Villamanrique de la Condesa a El Rocío, que fue denunciado por la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, por entender que vulnera la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (Directiva de Hábitats).<sup class="reference" id="cite_ref-13"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/El_Roc%C3%ADo_%28fiesta%29#cite_note-13"><span class="corchete-llamada"></span><span class="corchete-llamada"></span></a></sup><br />
Este camino fue asfaltado por la Consejería de Agricultura sin contar con el preceptivo Estudio de impacto ambiental y sin tener en cuenta la Directiva de Hábitats."<br />
<br />
No entiendo mucho de hábitats ni de directivas europeas, pero sé cómo se las gasta el personal cuando tiene la oportunidad. Sin por qué, sólo con la oportunidad.<br />
Lo que no se puede es justificar todo eso alrededor de una virgencita de palo, pequeña como un pin, que he visto yo Wendolines más hermosas, a la que zarandean como bestias tras haber saltado una reja más bien alta pisando la cabeza del prójimo (que habría que haberlo puesto en los mandamientos: "no pisarás la cabeza del prójimo"), clavando codos en los ojos de los hermanos, y apoyándote en cabezas de bebés, para, ojo, llevar el trono que sostiene precariamente a la virgencita que algún día se desmoña, ya lo verás.<br />
¿Tiene esto algún sentido?<br />
O si no, a ver, lo planteo de otra manera: ¿alguien puede creer que esa virgen del el Rocío es la verdadera razón de todo esto? ¿de las borracheras, las pechás de comer, la suciedad, los petardos, los caballos muertos?<br />
Vamosombre. Vamos a llamar las cosas por su nombre y reconozcamos que aquí nos gusta más un jaleo que a un tonto un puntero laser, pero jaleos destroyer, jaleos en plan tornado para luego aterrizar con Totó en el mundo de Oz (lo de las drogas se da por hecho, por supuesto), jaleos que no se los salta un galgo.<br />
Y admitamos que todo lo que huela a monises en esta santa tierra encuentra las puertas abiertas y los pantalones bajados, siempre que no implique demasiadas explicaciones, ni burocracias, ni miramientos, y cuente con el agrado popular que sólo depende de la calidad del jaleo que proporciona el evento en sí.<br />
Son cosas simbióticas. Todos contentos, se puede decir.<br />
Pero todos no, eso también hay que asumirlo. Ya vale de hacer estupideces y llamarlas tradición, como si la misma palabra justificara los instintos primitivos de asolar por donde se pisa y luego contemplar tu propia huella con orgullo. Ya vale.<br />
<br />
Hombre, ya.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-65650261581435442652011-06-02T02:58:00.000-07:002011-06-02T03:59:05.159-07:00Un español, un pepinoSeñores,<br />
no se puede boicotear a los alemanes, porque no se puede. <br />
Podemos no reirle los chistes, decirles "tú más" o "pues anda que tú" cuando se vuelvan a meter con nosotros o mirar para otro lado cuando alguno venga a saludarnos.<br />
Pero no podemos recuperar Mallorca, o dejar de enviarles nuestra (pequeña) producción o dejar de alquilarles apartamentos en la playa. <br />
Y se lo merecerían, porque de alguna manera parece que estén invadidos de un sentimiento corrosivo de ser el pueblo elegido por Dios o, en este caso, por el Euro.<br />
Aceptemos con impotencia (de ahí que haya que aceptarlo) que Alemania está en su momento, va para arriba que se las pela y que además está inflada de orgullo y rellenita de crema (esto último se lo debo Miguel, inevitablemente), a lo que debemos añadir nuestra reacción ante su mirada por encima del hombro.<br />
<br />
Ayer en la radio, en radio nacional concretamente (estoy últimamente muy como los señoras de cierta edad, oyendo las noticias en la radio desde la cocina y mirando el origen de lo que compro cuando voy al super; el otro día le dije en el mercado a un tendero que me echara las naranjas "buenecitas", que ya no puedo ser más mi madre, sólo si me cruzo la rebeca con fruición cuando refresca, que no se ha dado el caso) y el locutor planteaba la pregunta que buscaba la intervención de los oyentes: ¿qué le pasa a Alemania?<br />
Y hubo respuestas varias y variopintas. Pero me sorprendió que en su gran mayoría "defendían" a Alemania, así entrecomillado porque todos matizaban en distintas direcciones.<br />
<br />
Alguno dijo que Alemania era un gran país, que allí nos quieren mucho, que a Alemania no le pasa nada y que sólo hizo lo que debía hacer. No como nuestros políticos, que reaccionan tarde y mal, una frase que de tan oída no sabemos cuándo se ciñe al caso y cuándo no. Yo creo que Rosa Aguilar estuvo al quite, pero el toro (la UE) como el que oye llover. El caso es que a mi este hombre me sonó a emigrante de los de Juanito Valderrama, y noté cierto deje melancólico como el que tiene un hijo muy listo y otro... al que quiere mucho.<br />
<br />
Luego llamó una señora que defendió con más énfasis la postura alemana. Dijo que ellos nos habían ayudado mucho, que eran los que nos daban las subvenciones con las que los políticos hacían las carreteras del Sur de España, (dicho así, tal cual, porque la señora era muy catalana y creo que de las que creen que en Andalucía nos gastamos las subvenciones en jamón y feria, cuando eso no es verdad, todo el mundo sabe que las subvenciones las coge todas la duquesa de Alba y, las que le sobran, los concejales de cosas y que si nosotros tenemos carriles de incorporación tan chiquitos es porque nos gusta el peligro y disfrutamos de la vida al límite. Pero de jamón nada, si acaso chorizo. Mucho) (Pero bueno, que digo yo que pasado despeñaperros también pasan cosas, ¿no?) pues eso, subvenciones del Sur, porque Alemania es la que paga más en Europa (a lo que el presentador añadió que también es la que más recibe, no sabía yo eso) y que gracias a ellos estamos donde estamos.<br />
Bueno, a ver. Subvenciones sí, de la UE, no de Alemania, y también recortes en la producción agrícola, ganadera y minera; menos aceite, menos leche, menos carne, menos todo, para convertirnos en lo que todos sabemos, construcción, turismo y servicios, pero nada que pueda competir mínimamente con algún país europeo. Y por eso estamos como estamos. <br />
Pero vamos, que es muy de aquí eso de mirar al norte con admiración, en éxtasis místico teresiano, henchidos de adoración, y al sur con mohín de asco. Señores, que el sur somos todos. Que no se nos olvide.<br />
<br />
Luego la señora añadió algo que me pareció apuntar a algo interesante. No sólo eran mejores (a ver, esto es inferencia mía de lo que la mujer decía) sino que se llevaban lo mejor de España. A Alemania le importamos (o le exportamos) un pepino y los españoles que quieran dejar de ser pepinos tendrán que marcharse, muchos de ellos a Alemania, donde tal vez asciendan a la categoría de pimientos y ganen unos sueldos más decentes, con muchas menos vacaciones (lo dice Angela) y contribuyendo de verdad al avance de la humanidad. Desde su posición de pimientos. Aunque eso es también una condescencia germana para con el mundo, rescatar a individuos valiosos de países pobres plagados de bacterias y verduras asesinas para salvarlos de la injusticia natural del lugar de nacimiento. No está mal eso.<br />
Mejor estaría que pudieran quedarse con sus familias, pero eso ya no es competencia de Alemania, a ver si ahora hemos encontrado al enemigo extranjero y nos olvidamos del bapuleo que nos están dando los enemigos patrios.<br />
Alemania tiene culpa de cosas. Se equivocó. La cagó a la alemana, como si todo hubiera estado previsto así, y ahora las indemnizaciones suenan a cosa de risa y ni de lejos van a llegar a los 200 millones de euros perdidos. Pero España tiene culpa de otras cosas, de no cerrar filas, de ir de víctima, de no dar un breve golpe en la mesa, asirse a la solapa de su propia chaqueta con las patillas erizadas y con el pecho hinchado y decir con voz grave "Pero oiga, qué se ha creido". En realidad fue más como cuando a Sara Montiel la pillaron a la salida del juzgado acabando ella de casarse con su fan cubano y dijo a la prensa, con cara de recién levantada, "¿Pero qué pasa? ¿pero qué invento es este?".<br />
Total, hay cosas que nadie puede hacer por nosotros. En esta vida, como dice mi madre, no se puede contar con nadie y hay que mirar por uno, aunque en términos políticos esto sea de un nacionalismo inquietante, que pone los pelos de gallina. Pero creo que hay aplicaciones menos nocivas del cariño al terruño que no sólo son entrañables, sino sanas.<br />
<br />
Lo que se me ocurre, aplicando una especie de activismo de andar por casa, es que podríamos en nuestros pequeños ámbitos de nuestras insignificantes vidas enmendar un poco el daño sufrido por la industria hortofrutícola española comprando pepinos españoles a mansalva, a espuertas, a paletadas.<br />
<br />
Llenar nuestras despensas de verdes pepinos fresquitos, ponerlos en el gazpacho, en las ensaladas, hacerlos a la barbacoa, ponérnoslos encima de los ojos para evitar las arrugas, restregárnoslos en las heridas cual aloe vera, masticarlo como el chicle, hacer figuritas con ellos, grabar cortos con esas figuritas, vestirnos con ellos como Lady Gaga con los chuletones, sacarlos de paseo atados a una cuerda, echárselos a las palomas, instaurar un "Día del pepino" en el que puedas regalar un ídem a aquel/la que te importe un requeteídem, hacer una pepinada un domingo que haga calor (aunque eso puede doler un poco, creo) y mil y un usos que, siendo más realistas también han propuesto en el abc digital, con algo más de criterio pero no tanta ilusión como yo. <br />
<br />
Amigos: ¡un español, un pepino! Si somos 47.021.031 españoles (¿quién será ese uno?), no es díficil calcular el número de pepinos que resultan. ¿Que son 200 millones de euros en pérdidas? Pues hay que comprar más de uno, eso es así. Por lo menos 4 por cabeza, el número perfecto para hacer malabarismos de calidad. Y luego a compostarlo todo, lo echamos al campo y a criar más pepinos. U otras cosas, tampoco hay que cerrarse.<br />
<br />
Y de Alemania que se preocupen los que se tienen que preocupar, porque está claro que de momento, con Alemania no puede ni Gott.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-55062794097646150342010-03-29T14:00:00.000-07:002010-03-29T14:00:50.446-07:00LA GOTERA IIEl señor Paco pidió su cita como todo hijo de vecino y se plantó en el médico, donde tuvo que esperar algo así como una hora. Cuando ya, hombricaido y ceñifruncido, se preguntaba para qué se pide cita en este país de imbéciles salió la enfermera y le pidió que pasara a la consulta.<br />
- Verá usted, Dr. Juan, yo oigo una gotera.<br />
- Ah<br />
Se hizo un incómodo silencio, durante el cuál las miradas de ambos hombres se sondeaban casi retándose al primero que ría pierde.<br />
- Pues es verdad, yo también la oigo<br />
- pero es que no hay ninguna gotera, doctor.<br />
- Mm. Le vamos a hacer pruebas.<br />
El dr. Juan multiplicó sus brazos rellenando pases a especialistas, y le comentó de pasada que volverían a verse en un periodo no superior al año, para revisar los diagnósticos de sus compinches.<br />
- Dr. Juan, yo no llego al año.<br />
- Ah<br />
- Me muero antes, se lo juró por mi madre que dios la tenga en su santa gloria.<br />
- Mm. En ese caso, vaya usted a urgencias gritando como un energúmeno y mañana se pasa por aquí.<br />
Al día siguiente, con las pruebas en la mano y la piltrafa de señor Paco que había quedado tras su paso por urgencias ante sí, el dr. Juan dictaminó, meneando la cabeza y suspirando sombriamente que, efectivamente, el señor Paco estaba sano como una pera.<br />
- ¿Como una pera?<br />
- O una manzana o un roble o lo que usted prefiera para estos casos.<br />
- ¿Y la gotera?<br />
- Bueno, teniendo en cuenta su situación yo diría que está usted sano como una pera con goteras, pero hasta ahí puedo leer. Sólo me queda recomendarle que beba mucha agua, que tome 5 piezas de fruta al día y que se apunte a natación. No puedo hacer más por usted.<br />
- Ah<br />
- Vaya usted a un psicólogo.<br />
Y el señor Paco se fue del médico con la gotera a cuestas, hombricaido y ceñifruncido, a buscar en las páginas amarillas algún psicoanalista que no fuera argentino, lo cual no fue nada fácil.<br />
Cuando por fin encontró a la srta. Mara Villa, le pareció que por fin la cosa se iba a poder arreglar.<br />
Era una mujer dulce de carácter pero con unos arranques algo violentos que, todo hay que decirlo, no disgustaban del todo al señor Paco. Charlaban de su madre, de su padre, de la abuela y del tio Alberto, aunque el señor Paco no acertaba a establecer la relación que tenían con su gotera, por más que la srta. Villa le preguntaba si alguno de ellos solía dejar el grifo abierto. Tras 3 años de sesiones, cuando ya la srta Villa empezaba a llamarle boludo por menos de un pimiento harta ya de la goterita, ocurrió que ella recibió un premio de la "Asociación de Mujeres Freudianas y Terapeutas Florales" que celebró lléndose a estrellar contra la cristalera del despacho. Sus arranques violentos eran proporcionales a la alegría que sentía, quiso entonces entender el señor Paco, y se sintió honrado en lo que le tocaba por haberla sacado tantas veces de quicio. <br />
Siguieron sus sesiones en el hospital, pero la pobre señorita decidió pasar a sus pacientes a un compañero argentino porque las escayolas por todo su cuerpo le impedían tomar nota.<br />
- Entonses vos llevás con vós una gotera connnstannte.<br />
- Sí<br />
- Y qué sentís? habláme de vos, habláme...<br />
Ni media sesión aguantó el señor Paco. Se levantó, se alisó los pantalones y con un sencillo "Si me disculpa" fue a ver si encontraba un puente favorable a los propósitos que ahora tenía en su cabeza.<br />
Llevaba ya 4 años de gotera imperturbable y lo único que le había ayudado a sobrellevarlo era haberse enamorado de una esquizofrénica de nombre delicioso. Así que... sí, había que suicidarse.<br />
Para más seguridad buscó un puente bajo el cual pasara un tren; preparó una pistola y se puso al cuello una soga bien atada al entramado de hierro del puente, lo bastante larga como para despanzurrarse pero asegurándose la posibilidad de morir ahorcado si el tren le arrastraba. Miró el reloj, se encañonó la sién y cuando iba a disparar se le enredó la correa de un perro entre las piernas que le hizo perder la estabilidad y dirigir su disparo fatídicamente contra el propietario del perro.<br />
En ese momento el tiempo se dilató como se imaginó que pudiera estar haciéndolo el universo y sólo se oía una gotera, sorda y pesada, acompañando la imagen del desplome de un... sí, un cadáver.<br />
Le cayeron 10 años de prisión por homicidio en primer grado, porque no faltó un vecino que dijo haberle visto merodear el puente todos los días a la misma hora en busca del perrito de marras, sin duda con el fin de arrancarle la vida al dueño. No consiguió convencer al jurado de que la soga, la pistola, la hora, el puente, todo... estaba calculado y preparado para poner fin a su propia vida. Lo que le falló fue terminar la frase diciendo "si ese jodido perro y el imbécil del dueño no se hubieran puesto en medio".<br />
En sus 10 años de cárcel ha invertido gran parte del tiempo en intentar matarse sin éxito, pero hace un par de meses que tiene compañero en la celda y parece que la vida ya no es tan sombría. Ahí lo tenemos, en la celda con su compañero Eufrasio, que es noble aunque mató a su amigo Eustaquio por haberle robado una gallina. El señor Paco ve que su mirada se enturbia y sus labios se aprietan de una manera poco común.<br />
- Eufrasio, qué te pasa.<br />
- Señor Paco, esta gotera tuya...<br />
- ¿si?<br />
- ...la pués parar?<br />
- no<br />
- Pues no me queda otra<br />
<br />
Y se abalanza sobre el señor Paco con ánimo doloso, las manazas proyectadas hacia su cuello y la ojos vueltos, gritando "la puta gotera de dios! la gotera de los cojones!". Allí mismo lo va asfixiando y el señor Paco aunque al principio se resiste, poco a poco se deja llevar y escucha las gotitas cada vez más espaciadas. <br />
<br />
Y se muere. Y la gotera cesa.<br />
<br />
<br />
FINLuchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-23187067783665021132010-03-26T14:04:00.000-07:002010-03-26T14:04:59.372-07:00LA GOTERAEl señor Paco donde quiera que va escucha una gotera.<br />
Lleva el pobre hombre unos quince años con el problemita y habiendo intentado por todos los medios deshacerse del contumaz ruidito no ha conseguido eliminarlo. <br />
Al principio pensó que era una gotera real porque es lo primero que se piensa, que uno no está loco. Pensó también que al salir de casa el ruidito le seguía del mismo modo que cuando te acuestas un sábado por la noche sigues oyendo el jodido subwoofer dentro del pecho. Llamó a varios fontaneros pero pónganse ustedes a explicarle a uno de estos señores que hay una gotera pero que hay que buscarla, que se debe haber metido debajo de la cama o algo así. Esto era cuando el boom inmobiliario, entenderán ustedes que los especialistas técnicos en reparación de saneamientos y desalojo de aguas no estaban para perder el tiempo levantando la colcha del señor Paco para buscar la gotera, con la de pelusas que había ahí.<br />
Se dejó una pasta el hombre y no consiguió siquiera que le dejaran terminar las frases, así que, tras denodados esfuerzos por localizar la gotita cansina que caía una y otra vez, empezó a pensar en otras causas del problema. Podría ser una gotera interna del edificio. ¿Cabe esa posibilidad? Pues la cuestión es que el señor Paco lo pensó y lo vió razonable. Llamó al seguro. <br />
El perito no supo qué fotografiar pero oía la gotera claramente y llamó al fontanero, que resultó ser uno de los que el señor Paco había invitado a cerveza en casa. <br />
- Que no es del edificio, hombre, que esto tiene más pinta de ser un poltergeist que otra cosa. Me lo vas a decir a mí, que llevo 20 años en la profesión y 8 durmiendo en la cama donde murió mi suegra. Un poltergeist es lo que es.<br />
Así que el señor Paco llamó a un exorcista, que aunque todavía no tenía el título había alquilado un equipo muy bueno de grabación para dejarlo encendido toda la noche en casa del señor Paco. Como el señor Paco no podía dormir con la jodida gotera se pasó la noche en blanco algo más entretenido mirando el piloto rojo de la grabadora y el escanner de sonido que había dejado el exorcista puesto para que se viera que era un equipo de alquiler pero bueno. <br />
Al día siguiente oyeron la cinta y se mezclaron los ritmos de dos goteras. El señor Paco se preparó una tila y despidió sin miramientos al exorcista de tercera mientras llamaba a la casa Parroquial.<br />
- Hola, don Pedro, me haría falta que me mandaran a casa a un cura.<br />
- ¿Se está usted muriendo, señor Paco?<br />
- No, no, que aún no me llama el todopoderoso, algo tendré todavía que hacer por aquí... Lo que tengo es una gotera.<br />
- ¿Y el cura para qué es?<br />
- Verá, don Pedro, se lo digo sin miramientos... esto es el demonio que se me ha metido en casa.<br />
<br />
Don Pedro no suele llevar alzacuellos pero fue corriendo a recortar una cartulina blanca para ponérsela bajo el cuello de la camisa y luego se precipitó hasta la casa del señor Paco cual fan de los Jonas bros.<br />
Los ojillos le brillaban mientras lo rociaba todo con el hisopo del agua bendita y murmuraba cosas en latín de las que aprendió en el seminario. Cuando no le venían a la cabeza las oraciones completas las terminaba como le parecía porque ese es el poder de la fe, que te convierte en instrumento del Señor.<br />
Tras dos horas de rocío sacrosanto, en los intervalos de silencio que dejaba entre letanías (ya por tener la boca un poco seca) seguía pertinaz la gotera machancando las neuronas de don Pedro y del señor Paco, que empezaba a acordarse de la Virgen María. En esto don Pedro pidió una cerveza fresquita, por lo de la boca seca y para preparar un nuevo asalto, que ya no había agua bendita, y el señor Paco descubrió avergonzado que todas sus cervezas habían salido con los fontaneros. <br />
Bajó a la tienda a por más.<br />
Cuando subió, don Pedro le miró muy raro y tras un segundo le ametralló a agua bendita con toda la maldad que no se le presupone a un párroco.<br />
- Va de retro, Satanás! Aléjate alma pecadora!! Tú y sólo tú llevas contigo la gotera maldita!!<br />
Le hizo allí mismo una sesión de atamiento y exorcicio y luego se marchó llevándose las cervezas y prometiendo volver mañana, para certificar que el diablo había abandonado su cuerpo. Pero el diablo no se fue ni mañana, ni pasado ni al otro, y don Pedro perdió el interés. Basta imaginar que tienes atado al guapo de los jonas bros en el salón de una casa y puedes verlo cuando quieras. Se pierde el interés.<br />
Tras esto, lo que le quedó al señor Paco era ir al médico.<br />
<br />
Mañana másLuchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-54956780164297572532010-02-05T08:22:00.001-08:002010-02-05T09:52:16.058-08:00Hábitos saludablesDespués de haberme tomado una vacaciones de diputada en los fueros bloguiles, retorno como el hijo pródigo con los ojillos brillantes y el moquillo acuoso amenazando en la punta de la nariz para decir: es cierto, no había vida ahí fuera.<br />
Ni fun fun, ni fan fan. Me he quedado con los forros de los bolsillos por fuera y sólo he conseguido algún pijama y un eau de toilette. Retomo, pues, los saludables hábitos que un día me trajeron por aquí, para despejar la mente y serenar el espíritu, que el cuerpo... lo del cuerpo va a necesitar algo más parecido al entrenamiento de los swat para recuperarse a sí mismo.<br />
Ayer sin ir más lejos, después de pegarme tres horas ininterrumpidas tirada en el sofá y al caer en la cuenta de que estaba viendo la teletienda que la tdt ha descubierto para todos y no sólo ya para los insomnes, me decidí a levantarme, arrancarme de sobre mi piel la cálida y maternal mantita y calzarme los tenis que (en otro arranque vespertino de liberar todo mi potencial físico) me compré en el decathlon por tres perras.<br />
Había sido objeto, como al poco descubrí, de una especie de hipnosis comercial de un producto llamado twister gym o una cosa así, que ejercitaba abdominales superiores, inferiores y oblicuos, así como los glúteos y los muslos con un sencillo giro-pedaleo que me recordaba levemente al baile del saturdaynight, pero quedándose siempre en los dos primeros movimientos. <br />
¡10 kilos en 2 semanas! ¡14 centímetros en un plis! Una vitalidad arrolladora y una mucho mejor iluminación en el "después" que en el "antes" me animaron a hacer algo por mí misma.<br />
Decidí irme a correr.<br />
Primero calenté un poquito en casa; ya saben cuán ridículo es este procedimiento de hacer girar todas las articulaciones girables y estirar los músculos estirables, así que me cuidé de no hacerlo cerca de una ventana. Pero teniendo en cuenta que mi piso solo tiene un salón y una habitación propiedad de mi cama, no me quedó otra que hacerlo justo delante de la terraza para solaz o asombro de mis vecinos. Al menos se ahorraron el descubrir la cantidad de ruiditos que esconde un cuerpo humano tras cada articulación, sobre todo cuando hace mucho que una lo que es girar, gira poco.<br />
Tras decepcionarme un poco con los ruidos de barco fantasma que mi cuerpo producía, me acoplé los auriculares en las orejas y emprendí mi viaje a lo desconocido, con mis tenis blanquitos seminuevos a estrenar, mi pantalón reciclado de un chandal del instituto y mi camiseta favorita de no hacer nada.<br />
El primer escollo lo salvé en el último segundo cuando ya estaba en la puerta del ascensor. Las cosas hay que hacerlas bien o no hacerlas, así que me obligué a bajar las escaleras. Cuando terminé de bajarlas me sentí aliviada al notar que mi respiración seguía normal. Hasta aquí bien, me dije, dos pisos bajados como una campeona y ni siquiera se me ha salido el flequillo de la horquilla. Esto es pan comido.<br />
El segundo momento de conflicto era el momento de dejar de caminar para empezar a trotar. <br />
Trotar, el verbo en sí, ya es humillante y tiene connotaciones de cuerpo botando que si uno se lo imagina a cámara lenta... pero eso ya es ahondar en la herida.<br />
Me dirigí sin dilación pero con algo de vergüenza, botando, a la zona residencial por donde no pasa ni el tato y que, siendo cuesta abajo, me animó bastante a no cejar en mi empeño de llegar incluso a disfrutar del momento. <br />
Para cuando llegué al paseo marítimo, para qué engañarnos, me arrastraban un poquito los pies. Parecía que había pasado una eternidad pero acababa de terminar la canción que empezó en la puerta del portal, así que a lo más había corrido 4 o 5 minutos. Un taxista me dió ánimos creo, pero no le oí nada porque para eso y sólo para eso están los mp3. <br />
La primera pareja que me crucé no pareció darse cuenta de mi incipiente asfixia, pero en la segunda ya noté yo una miradilla furtiva, conocida para mí por haber sido cura antes que fraile, de esas a las que luego sigue un comentario en plan "no veas cómo va esa". Cuántas veces habré yo mirado de igual manera... <br />
Y me empecé a estresar. Ya precisaba de un clinex urgentemente cuando me crucé con unos viejitos ingleses, y luego con dos chicas en chandal y luego con un señor con gorra de abuelo... La progresión aritmética que seguía la alarma en sus rostros me llevó a imaginar que cuando llegara al castillo a donde me propuse llegar me estaría esperando una uvi móvil gentilmente prevista por alguno de mis vecinos de paseo. El último con el que me crucé ya se paró y me siguió con la mirada esperando el inevitable desmayo que sin duda iba a tener lugar, pero no. No! Llegué hasta mi castillo, roja pero del rojo este enfermizo que lo es por contraste con las zonas pálidas que son del pálido más enfermo que hay, y allí me doblé y apoyé las manos en las rodillas, hecha polvo, con un saborcillo a hierro en la boca y deseando que efectivamente hubiera por allí escondida una camilla que me llevara directa al hospital. Pero al seguir, ya caminando, me invadió la euforia, cual rocky en lo alto de una escalinata, y casi me pongo a correr de vuelta, si no fuera porque mi cuerpo me mandó a tomar viento a la farola con pequeñas contracciones musculares que cualquiera hubiera interpretado como un ¡pero por qué!<br />
Me fui caminando a casa (ahora cuesta arriba) con cara de haberme asomado a la puerta del infierno y haber vuelto (corriendo), pero bastante satisfecha de haber puesto mi organismo al borde del colapso. <br />
Si me lo preguntan, en casos como estos es cuando queda claro que, al contrario de lo que pensaban los griegos, cuerpo y mente van cada uno por su lado y por eso el cuerpo se venga cuando la mente le aprieta las tuercas y su venganza es un plato que se sirve frío. Agujetas, lo llaman, pero yo sé que es el odio que mi cuerpo en estos momentos siente por mí.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-88419380628286274582009-12-08T03:01:00.000-08:002009-12-08T03:01:57.249-08:00Ganas de creerDicen que la vida coloca a cada uno en su sitio pero eso no es probable, ni será justo. <br />
Es como confiar en que la vida colocará la pelotita que da vueltas en el 22 negro, donde se apilan tus últimas fichas de colores.<br />
Muchas veces he pensado que la fe es cosa de vagos o de inocentes niños a la puerta del colegio murmurando mi mamá vendrá a recogerme.<br />
Pero de algún modo todos tenemos fe.<br />
Recuérdense hablando de amor o de futuro o de suerte. Verdaderamente en esto estoy con la iglesia: la fe es un don. Muy mal repartido.<br />
Cuando era pequeña era tan pequeña que no me cabía la más mínima duda (perdón, no lo pude evitar) y todo encajaba como en los rompecabezas con un suave sonido de deslizamiento, de perfección.<br />
Los cielos eran azules y cuando no lo eran, eran de un gris hermoso e inabarcable. Cuando llovía lo hacía con toda su pureza, como si no fuera algo más, como si eso fuera la Lluvia.<br />
Y Dios era Dios, como nunca lo fue para otra persona. Cuando de pequeña pensaba estas cosas pedía perdón de inmediato para no pecar de soberbia. Ahora puedo ser mil cosas pero no soberbia, aunque reconozco lo mucho que lo fui a los 10 años.<br />
En el columpio llegaba al cielo y le hacía cosquillas a Dios en su bonachona barriga.<br />
En la iglesia los haces de luz eran la mirada de Dios sonriéndome, y los aromas dulzones su aliento.<br />
Qué paso. <br />
A mi no me pregunten, llevo años intentando saber qué fue de mi inmortalidad, si la dejé olvidada en un banco del parque o en los escalones de un portal.<br />
En cualquier caso, mi intención inicial no era sólo hablar de Dios, sino de su mediocre sustituto, el destino, o la vida, como decía antes.<br />
Descanso en brazos de la vida esperando que me llegue el turno. Tengo un papelito doblado en la mano que me indicará cuándo ha llegado mi momento, pero está tan manoseado que la tinta se me ha pegado a los dedos y ya no se lee nada. Sólo es un papel viejo que ya no significa nada, aunque sigo guardándolo en el puño con el empeño del niño que espera en la puerta del colegio. ¿Cuándo me dirán que llegó mi momento? ¿Cuándo me dirán qué es lo que he estado esperando tanto tiempo, para qué vine hace tanto ya?<br />
Empieza a molestarme estar tanto tiempo sentada sobre las manos de la vida y me muevo incómoda, buscando la manera de llevar lo mejor posible esta posición tan desagradable. Tengo algún cojín, una mantita para las noches y algunos tebeos para leer, para no pensar que estoy esperando sentada en las manos de la vida.<br />
Se me ha pasado el turno, empiezo a barruntar.<br />
Ese de ahí llegó más tarde que yo y ya le han llamado. Creo que se me cuelan.<br />
Creo que esto es un timo, que estoy perdiendo el tiempo, aunque no tenga nada mejor que hacer.<br />
Lanzo miradas furtivas a los que esperan a mi alrededor y sospecho que están tan perdidos como yo. Alguno se rasca la nuca inquieto, se pasa las manos por la cara, se desespera. Alguno se levanta para intentar entrar pero le rechazan, tú no o tú todavía no. En fin, somo muchos, alguno se quedará sin entrar.<br />
Nadie piensa que será él.<br />
<br />
Pienso en Dios un poco y cómo en sus manos me balanceaba como a la sillita de la reina; cómo me quedaba con él y ningún otro momento tenía que llegar. Y no deja de ser irónico que cuando creía en el cielo no pensaba para nada en él.<br />
¿En qué creen ustedes? ¿O en qué creyeron? ¿A qué están esperando, qué imaginan tras la puerta, tras la llegada del sentido?<br />
Tal vez alguno me avive la fe con un soplido vivo y sólido sobres las ascuas, que haberlas haylas.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-76941822603793790702009-11-27T12:21:00.000-08:002009-11-27T13:20:27.987-08:00Héroe del díaPor fin una noticia del periódico me saca la sonrisa. Sin haberme tomado el café todavía, fíjense lo que les digo.<br />
Érase que se era un autobús de línea interurbano. Para ser más concretos el Portillo de Málaga-Torremolinos, que llegará más lejos pero eso no tiene importancia.<br />
El conductor decide llamarse desde el incidente José Luis; se ve que el anonimato sin más ha pasado de moda y ahora puedes llamarte de otra manera, aunque no acierto a adivinar las razones por las que alguien se haría llamar José Luis por propia elección, ni por preservar el anonimato. Tal vez yo me hubiera puesto Anaximandros, pero es cuestión de gustos.<br />
Pues allá que te iba José Luis con su respaldo de bolitas cuando detuvo su autobús en una parada y subieron unos niñatos enclenques y chusmones a más no poder que, pretendiendo ya vacilarle desde el primer momento, quisieron colar a uno sin pagar.<br />
Y José Luis, rrrrrrrrrrrrrrrrrrrá, tú dónde vas, aquí abonando el billete, hombre ya.<br />
Y el niño vacilón, ira el vieo, zi yo no me via colá shalao! Te quié ir.<br />
Abonando, repitió José Luis. Y abonó, pero con guasa.<br />
Fueron los mozalbetes insanos a montar el cisco en la parte trasera del bus, sin duda la más apropiada para ello, y entre gritos, insultos y fanfarronería sacaron sus botellas de whisky, sus vasos y sus porrillos para fumar. De vez en cuando alzaban una voz para alegrar los tímpanos de nuestro José Luis gritándole hio puta, me cagon tus muertos tos, pero José Luis mantuvo la templanza. Sólo un poquito. Sólo hasta el semáforo.<br />
Se giró sobre sus bolitas y haciendo pausas a lo Clint Eastwood, impostando la voz, dijo:<br />
- A ver, aquí no se bebe ni se fuma. Si no, os bajáis ahora mismo del autobús y a tomar por culo.<br />
La avalancha de gritos adolescentes con ese tono entre gutural animal y rechinante en las inflexiones por el cambio de la voz no se hizo esperar, y le lanzaron hielos y vasos de plástico y bolsas de los chinos, riéndose sin parar.<br />
Y hay que ver lo que fastidia que se rían sin parar. Guturalmente además.<br />
El semáforo se puso en verde.<br />
Los usuarios del bus murmuraban indignados, pero no actuaban. Tal vez confiaban demasiado en José Luis o querían llegar a su parada cuanto antes sin llevarse un botellazo en la cabeza. <br />
José Luis pensó por un momento: "anda que aguantar a estos hasta Torremolinos... Fíjate que mala suerte, justo cuando me incoporo al trabajo tras dos semanas de baja por la agresión de otro usuario de la quinta, que me endiñó tremendo puñetazo en la boca del estómago y me dejó tirado como una bayeta. Fíjate qué mala racha, me cago en la puta de oros. Pero esto no se queda así"<br />
Yendo nuestro héroe por la carretera de Cádiz a la altura de El torcal, maniobró vertiginosamente hacia la derecha y dejó el patinazo justo junto a las vallas que delimitan una de las incontables obras del plan E. O del metro.<br />
Cómo! Qué! Cuándo! Todos consternados.<br />
Pero este hombre dónde va. Una chica se puso a darle con afán al botón de parada solicitada, por si había sido ella la única en darse cuenta del craso error cometido por J.L. y la única que podía salvar la vida, a estas alturas claramente en peligro, en plan Speed.<br />
Encaró la calle más transitada del barrio a una velocidad considerable (considerablemente alta) y esquivó cuantos coches en doble fila pudo hallar a su paso que debieron ser unos 300 o 400. Curvas cerradas, - hio puta, cabrón, ónde va-, retrovisores rozando retrovisores -que te voy a matar, te voy a buscar y te voy a matar a patás cabrón de mierda-, claxonazos de otros coches amenazando sus chapas contra las del majestuoso Portillo -me voy a ir pa ti, mamón, me voy pa ti- y, por fin, justo cuando la policía iba a pararle por andar haciendo el hollywood fuera de la ruta, la comisaría.<br />
José Luis abrió la puerta delantera que chirrió como las tablas de la entrada de un Saloon y les dijo a los policías que le miraban sorprendidos desde medio metro más abajo:<br />
- Agentes, aquí les traigo a unos chavales que la estaban montando buena. Hagan con ellos lo que crean menester, que tengo que llevar a esta buenas gentes a casa con sus familias.<br />
<br />
Los agentes hicieron apearse a los delincuentes juveniles y los llevaron adentro a indentificarlos y ficharlos por alteración del orden público. <br />
José Luis se despidió llevándose la mano al lugar donde podría haber habido un sombrero, y recibió el caluroso aplauso de los usuarios que, enfebrecidos, le hacían la ola y se acercaban a palmearle la espalda, dolorida por las putas bolitas.<br />
<br />
FINLuchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-48289690432419330172009-11-09T11:51:00.000-08:002009-11-09T12:01:33.758-08:00El saber os hará libres¿Cómo lo ves? ¿Qué te parece?<br />
La filosofía nació del ocio y el ocio, más que al contrario, es la negación del negocio.<br />
Por lo tanto, no se puede vivir de la filosofía.<br />
Pero héte aquí que la filosofía es el amor (filo) al saber (sofía), y a ver qué negocio montas si no sabes de la misa la mitad. Porque hay que saber mucho, y digo más, hay que saber más de la cuenta, que en ello van las perras, las gordas y las chicas, que al final se llevan Mercadona o Zara en un ciclo vital humano que deja en esquijama al rey León.<br />
Hay que saber, nos dicen y nos decimos, porque en la formación está la clave, y también en tener un facebook molón. Pero en plan cartesiano, hay que empezar por el principio y decir a lo Sócrates "solo sé que no sé nada" para empezar a dudar de todo, incluso de la omnipotencia de las redes sociales. Te pones a empezar, empezando por buscar un lápiz con punta o, en su defecto un lápiz y un sacapuntas, y una papelera, para la virutas. He ahí el principio del saber. <br />
Se necesita también el deseo de saber, cuyo origen en los tiempos que corren se encuentra en:<br />
1. El desempleo<br />
2. La necesidad imperiosa de ligar cuando dios no da otras armas (belleza, dinero o sentido del humor)<br />
3. La modernez<br />
Sea como fuere, si llegamos a desear saber y no se nos pasa al cabo de unos minutos, debemos afrontar que ya somos un poco filósofos. Una vez sopladas las virutas del sacapuntas nos hallamos ante las grandes incógnitas de la vida. Por qué vivimos, para qué vivimos y cómo es que estamos o somos aquí. O allí.<br />
Básicamente por qué todo.<br />
Como ya es extendido, si sólo pones "por qué" en Google, siendo este lo que es, peta. Y si no lo hace debería. Por lo que debemos encontrar nuestros propios caminos hacia el descubrimiento del sentido de la vida, aunque no debamos olvidar beber de las fuentes de los ancestros, y con esto me refiero a cuando tu padre te decía "porque sí, porque lo digo yo".<br />
De entre todos los "porque sí, porque lo digo yo" podemos apreciar la evolución del pensamiento desde los primeros griegos aburridos en la plaza comiendo pipas (los presocráticos) hasta los últimos coletazos de la bioética, la psicoantropología, neuroestadística y demás que mezclan churras con merinas que es un primor, obsérvense casos como Jose Antonio Marina o Punset. ¿He dicho Punset? Bueno, como todo lo dudo, démosle el beneficio de la duda y aceptemos barco como animal acuático. <br />
De todas las escuelas filosóficas de todos los tiempos podemos extraer un denominador común: no trabajaban ni uno. Pero ni uno. De ahí podemos deducir según el método hipotético deductivo que hambre no pasaban, porque entonces otro gallo les hubiera cantado. Me imagino yo a Montaigne mirando al cielo embelesado justo antes de recibir tremendo collejón por parte del patrón, a trabajar, jodío, que me tienes contento. Si no trabajaban para subsistir (como unos millones de personas en estos momentos en el territorio nacional), vivían más allá de la supervivencia, es decir, supersobrevivían, y el exceso de vida los llevaba plantearse la ídem. Cómo es eso, me pregunto y tal vez se pregunte usted, cómo es que la vida en dosis altas se busca las cosquillas a sí misma? Pues por la muerte.<br />
La muerte está siempre, pero a veces no se ve, como el polen.<br />
Y el exceso de exposición a la vida te hace alérgico a la muerte que de repente descubres que está blowing in the wind. <br />
Como animales racionales que somos hemos recibido una dosis elevada de vanidad, porque el secreto del raciocinio es la noción del yo. La vanidad no hace nada contra la muerte, como la piedra contra el papel (que es algo que me he preguntado yo mucho, que por qué el papel puede con la piedra, no sé) y ante este muro insalvable de la extinción nos venimos abajo como el arcoyano cuando al final lo bajaron a tercera regional. Qué hacer, qué hacer? se preguntan los ociosos filósofos de todos los tiempos, y mientras le dan vueltas al tema elaboran sistemas complejísimos, casi como juegos de rol, en los que la realidad lo es y luego deja de serlo para ser pura idea, donde Dios existe y luego ya no, y donde el hombre puede ser lo mejor y lo peor de la naturaleza, y a veces las dos cosas. Dependiendo de la tirada de dados y de las cartas de defensa, ataque, magia o poder que tengas en ese momento. <br />
Como en todo, los que se inventaban el juego rompían las reglas, y los que se las habían aprendido concienzudamente no querían ni oir hablar de una versión nueva o extendída, porque no, porque eso no es así. <br />
Ahí téneis el secreto del éxito de lo peor de nosotros. <br />
Una vez que hemos bebido de los ancestros y hemos aprendido a decir porque sí y porque no, dejamos a la muerte para luego y nos planteamos nuestro lugar en el mundo.<br />
Qué es el hombre en el orden del universo? Aaaamiguito, ahí te quería yo ver. Te creías tú algo con tu lápiz recién afilado. El hombre es la cagada del bicho que digiere las heces de las cucarachas que degluten los depósitos de los murciélagos que anidan las más oscuras y asquerosas cuevas del vasto universo. <br />
Es una teoría. Hay otras, pero son menos desagradables y no quedan tan bien. Otras como el caso de los judíos que son el pueblo elegido o de ese tío/a que tú conoces, ------, que se cree el centro del universo (rellena la línea de puntos).<br />
En este punto va entrando la ciencia por la rendija de la puerta. Y ya se sabe, cuando la ciencia entra por la puerta, la filosofía salta por la ventana. Qué podemos hacer y cómo lo hacemos, para hacernos con un sitio dentro de este algo incomensurable que, por cierto, qué es. <br />
En la ciencia el porquesí y el porqueno van un poco más camuflados; suelen llevar todo un séquito de secuencias lógicas por delante y por detrás, para despistar de la posibilidad de que lo que va en el centro sea un truño muy gordo. Al contrario que los extraños compuestos dogmáticos que nos permiten luchar (o no) con nuestra finitud, los compuestos científicos son flexibles y se van modificando a lo suavón, como el que no quiere la cosa, para que dé la sensación de que siempre fueron como son ahora. Pero, todo hay que decirlo, sus manifestaciones reales son mucho más predecibles que las de los compuestos dogmáticos. Con esto quiero decir que si os ponéis malos que vayáis al médico, no seáis tontos, que además la ciencia tiene un poder que no tiene, por ejemplo, la iglesia en estos momentos: el sagrado poder de la baja laboral.<br />
Durante un tiempo estas dos fuerzas luchaban entre sí como perrillos juguetones, más por hacer el aspaviento que por luchar de verdad, y ahora son uña y carne: no se hablan de lo que les pone de mala leche y por lo demás se llevan bastante bien.<br />
Existe ahora esa hermosa posibilidad hermafrodita de la neurobiología que permite compaginar la búsqueda de la felicidad y el sentido de la vida con las conexiones neuronales, los efectos de las hormonas y las reacciones bioquímicas. Con esto tienes el kinder sorpresa, algo nuevo, un chocolate y una sorpresa.<br />
<br />
Aparte de esto, la democratización de la cultura ha permitido que la elaboración de compuestos filosófico-científicos haya proliferado que es una barbaridad. Las plataformas de expresión ya no son sólos bancos del parque donde uno se pone a tocar la guitarrilla o a gritar "arrepentíooooos"; ahora puede uno decir lo que le parezca y combinar bebidas alcohólicas destiladas con fermentadas como si tal cosa, a la buena de dios.<br />
Esta circunstancia hace que una tontalaba como, no sé, por ejemplo, yo, tenga recursos para florearle a los ancestros sus horas de trajín filosófico y se ponga y haga el pardillo ya no con un lápiz sino con un ordenador (qué vergüenza, es que la gente ya puede tener de todo), por puro ocio, pero sobre todo para no tener que planchar.<br />
Qué hacéis, oh, vosotros, ahí planchados (la conciencia me llama, maldita educación judeocristiana), sin darle a la sinhueso como si os fuera la vida en ello? Por qué no habláis al unísono entonando puesyocreos y amimepareces como si no hubiera mañana? Pero qué digo, ya lo hacemos, y además con agonía, con estrés postraumático, con delirio, y a veces soltamos unas cagadas de proporciones atléticas.<br />
Para muestra un botón.<br />
Pero ya no podemos parar, poseídos por el ritmo ragatanga, enfebrecidos y dopados por los comentarios de otros que a veces, incluso, nos critican, qué subidón.<br />
Yo no pienso en otra cosa, sobre todo desde que mis últimas dos entradas han cosechado 0 comentarios. <br />
Pero sin rencores, málditos bastardos! Que aquí no ha pasado nada! Sólo les incito a que elaboren sus teorías manufacturadas en casa y sin documentación ninguna porque, amigos, el saber (más que la verdad, fíjate) os hará libres.<br />
Y el dinero os hará ricos, os quitará de trabajar y os pondrá a pensar en cosas, y de nuevo el saber os hará libres pero esta vez con pasta, así que no olvidéis echar un cuponcito.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-8052926205028918292009-11-06T17:40:00.000-08:002009-11-06T17:40:59.315-08:00Una teleEstamos de estreno. <br />
He cambiado mi cajonaco gris metalizado de 22 pulgadas con unos 50 cm de profundidad en el que se veía la TDT a saltos, como si la tele estuviera gangosa, y la analógica con más nieve que el Himalaya cuando los sherpas murmuran para sí que vaya si está haciendo frío este invierno, por una fullHD de 32'' de LG, en la que los muñecos se mueven con una gracilidad felina y donde no se escapa un poro abierto en un plano medio. Me he quedado fascinada. <br />
Estoy como loca por probar los dvd de Planeta Tierra para ver cuán suavecitos pueden parecer los lomos de los delfines en mi recién limpia ventana al mundo. <br />
Qué será lo próximo, un baño nuevo? una lavadora que no se alimente con los aros de mis sujetadores? una aspiradora tal vez? una thermomix? adónde voy a llegar...<br />
Durante un segundo, tras admirar una vez más lo suave que se deslizan las ondas acuáticas que rodean el símbolo de Xbox, he pensado en voz alta: ¿nos estaremos aburguesando?<br />
Por toda respuesta, Miguel, sin pensárselo dos veces ha dicho: Claro, tía.<br />
Claro, tía. Es como: ¿pero alguna vez pensaste que no eras lo que eres o que tenías otros planes? Fue como un "madura de una vez" dicho con buenas maneras, y a mi se me vino el alma a los pies. <br />
Ya tengo la tele de plasma que tanto ilustra mis discursos después del vino cuando tomando aire suelto de carrerilla que los españoles nos creímos que esto era Jauja y que iba a durar para siempre, comprando chaleses y coches y ... sí, teles de plasma. ¿Me sirve de algo mencionar que lo mío es un LCD?<br />
Ay, dios, si yo quería viajar, conocer mundo, hacer amigos raros, vivir en sitios feos con velas, drogarme más, cantar más, leer más, robar más libros que leer, en fin... debí empezar a sospechar que mi predilección por el agua caliente y la luz eléctrica conseguirían ponerme a trabajar en lo que viniera. Al menos tuve la suerte de que me viniera un trabajo en una librería, con posibilidad de descuento y un fenómeno que es un regalo del cielo al que en la tienda llaman "nota de examen" o "llévate un libro y ya cuando eso lo traes".<br />
Puedo enfadarme y juntar la boca con la nariz para decir: "pero es que yo lo quería robaaar..." <br />
Claro, tía.<br />
Haz inventario, me dice mi yo malo, que no es tan malo, es más de dar por culo que otra cosa.<br />
Hago inventario: primero fue el piso (primero y último, que lo termino de pagar cuando dios empieza a bostezar y mira el reloj para ver si ya queda poco para el apocalipsis) y después las estanterías de ikea. Después vinieron las sartenes de teflón, el colchón de viscolástica, el portátil, la conexión a internet, la lámpara graduable, la plancha de supervapor... y ahora la tele. Y me digo (pongan ahora a esto acento de pánfila total) " nos estaremos aburguesando?"<br />
Claro, tía. No se podía decir de otra manera.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-16759359032194341302009-11-02T01:16:00.000-08:002009-11-02T02:21:15.242-08:00VoyeurTengo un defecto, aunque podría llamarlo una capacidad, y es que soy un poco voyeur. <br />
Aunque no como los tipos que se pasean por descampados buscando coches con vaho, no he llegado a esos niveles de momento. <br />
Mi voyeurismo es más abstracto, más meditativo. Es más de mirar a una señora llevando el carrito de la compra y seguirla con la mirada hasta que busca las llaves en el bolso, abre la puerta del portal y desaparece. Es más de irme enganchando a las estelas de lo que hay alrededor o utilizando el lenguaje técnico de mi madre, estar en babia.<br />
Yo le explico a mi madre que no estoy en babia, sino en pleno despliegue cognoscitivo, que lo mío es pura capacidad analítica continuamente expuesta a miles de estímulos diferentes. Mamá, yo es que es como si mirara por las gafas de terminator todo el rato.<br />
Mi madre me mira y se va, y el suspiro se le queda dentro porque tiene cosas que hacer.<br />
Suelo seguirla para ver qué hace, pero ella me aspavienta con la zapatilla. <br />
Creo que el mironismo mío viene de tanta afición a la tele, al cine o a los libros. Es que soy audiencia innata, espectadora por defecto de todo aquello que acontece a mi alrededor. Ya ven que me meto en sus vidas con toda mi cara leyendo sus blogues y que sólo escribo el mío de pascuas a ramos. He llegado a la conclusión, casi como Lennon, de que la vida es aquello que les ocurre a los otros mientras están ocupados haciendo planes, y es la mar de divertido. <br />
Por otro lado, de tanto mirar, con el tiempo he ido adquiriendo un sentido estético de la realidad que me hace admirarla o repudiarla según la forma que tome. Tiene algo que ver con mi dignidad. <br />
Quiero decir que por ejemplo, en el supermercado una señora se agacha y muestra a la audiencia que su idea de leggin o pantalón pitillo tiene más que ver con unos pantys y que aquello que muestra, oh, horror, dolor, estertor de muerte, son efectivamente sus bragas a través de unas medias de brillo y eso me indigna como para un duelo al amanecer. <br />
A cambio, mi capacidad me da la oportunidad de tomar la belleza de sitios insospechados, como un ladrillito de piscina, un cromo de fútbol o unas gafas de pasta de colores. <br />
La mayor parte del tiempo no me conformo con ver y analizar con mis gafas terminator todo lo que tengo a tiro, sino que además añado cosecha propia y razono destinos lógicos o estéticamente adecuados a cada cosa, persona o animal del gran casting que es mi ojo escrutador. Suelo equivocarme de plano, por lo que he podido comprobar, porque la realidad supera a la ficción sobre todo en mala leche. La vida tiene peor condición que yo para otorgar destinos. <br />
Alguna vez me he preguntado si habré escarmentado alguna vez en cabeza ajena. Supongo que muchos de los consejos que doy con alegría nunca los recibí y que algunos de los casos clarísimos de inmoralidad o de reprobación con chasquido de lengua están cogidos con pinzas porque nunca supe que se sentía en tales casos. Pero aún así supongo mejor imaginar cien latigazos que recibir uno. Debería trabajar en la ONU.<br />
Luego está la parte física. El movimiento, el sonido y la combinación de ráfagas de aire caliente ascendente con rejillas de metro, por ejemplo. Hay gente que camina requetebien y que te dan ganas de seguirlos un trecho, sólo por seguir. Pero eso ya roza lo ilegal o lo patológico y hasta ahora no he cedido a estos oscuros instintos. Pero sí que soy de las que gira el cuello cuando alguien me recuerda alguna figura de Botero, a Alaska o a Romay, siempre por amor a la ciencia y por deducir como funcionarían las leyes físicas. A veces me gano algún codazo para que no sea tan descarada, pero oye, es que el mío es un descaro genial, ¿o es que alguien le dijo a Picasso que dejara de mirar a esas putas sifilíticas, que se podían molestar? No entienden que estoy en medio de un proceso de análisis científico cuando pasa junto a mi un patinador en el paseo marítimo. Quiero decir que veo el movimiento antes que el cuerpo movido (aunque ahí no lo apostaría todo porque a veces elijo con mucho tino el cuerpo movido, misterios de la neurología) y me recreo en el vaivén de los brazos o en el ir y venir de las piernas. ¿No es bonito? ¿no es todo jodidamente bonito?<br />
Os pillé. No. Mi larga experiencia en el campo de la observación, igual te digo una cosa que otra, ha hecho aumentar mis miedos llevándolos a su paroxismo, como la protagonista de rec desde que se entera que a lo mejor tienen que quedarse a cenar allí. Gritos e histeria.<br />
Eso ocurre sobre todo por la noche. Salgo de casa. Una chica aporrea una cabina y le grita a un auricular que acaba de colgar. Un perro se escapa a toda leche y un tipo corre detrás de él a gritos. Me cruzo con un hombrón enorme que emite ruiditos extraños. Por la acera de enfrente un señor avieso en chanclas me mira con un brillo psicópata en los ojos mientras tira la basura. Un grupo de niños está sentado en un banco (ahí paso verdadero horror) y gritan y se tiran pipas y se empujan. La calle es dañina, me digo, y aprieto el culo camino de casa porque sé que algo horrible está ocurriendo en algún lugar.<br />
Y ahí es donde dejo de mirar, y si pudiera echaba mano de un cojín para taparme la nariz. Lo desconocido se esconde donde ningún ojo lo encuentra.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-69754275728662056612009-10-14T09:57:00.000-07:002009-10-14T11:25:11.471-07:00Ética en ayunasHace unos días, tras asumir quedamente que mi coche seguía en el taller un día más y que no había otra, embarqué en un vagón de cercanías a eso de las 7 de la mañana.<br />
Sentéme a dormitar en uno de aquellos marmóreos reposanalgas y al tercer parpadeo profundo un ruido infernal me arrancó de mi "ensimismamiento". El estruendo venía de un móvil cualquiera que sostenía un hombre en su mano como si le fuera ajeno, como si no lo hubiera puesto él a funcionar.<br />
El señor gordo que tenía a su lado y al que a la sazón había pillado también ensimismado se removió en su asiento casi con intención de quitarle la sábana a su compañero de asiento, mirándolo de soslayo pero sin pronunciar palabra.<br />
Si las miradas hubieran matado o al menos cortado superficialmente, aquel tipo se habría ido de allí hecho un Cristo, pero bien sabemos que las miradas apenas hacen nada aunque nos empeñemos en concentrar nuestros superpoderes en ellas (¿no lo han hecho nunca con el mando de la tele cuando les pilla lejos?). <br />
Así que aquel infierno en mono continuó, en una frecuencia dolorosa. Casi podían verse las ondas como látigos fustigándonos, aprovechándose de nuestra indefensión mañanera y de nuestra apatía en general. <br />
Llegó entonces un señor de seguridad, con su chaleco amarillo fluorescente que a la fuerza se convirtió en un color reconfortante.<br />
- Caballero, tiene usted que apagar eso- dijo con cierto acento extranjero<br />
De pronto, como si todas las primeras impresiones de mi vida hubieran estado equivocadas, reconocí que aquel tipo que me había pasado inadvertido como un ser humano normal y por el que hubiera apostado que pacíficamente apagaría su aparatejo por el bien de la convivencia ferroviaria, me la había dado con queso.<br />
Era un malandrín, un garbanzo negro social, un asesino, un violador, un azotador de mujeres, un ladrón de coches, un mafioso vendedor de droga o un pederasta. Podía ser cualquier cosa, porque se puso chulo y vi bien claro que no era como yo. Era como los otros.<br />
Como en la película de Amenábar, que no los ves y son como tú pero diferentes, que ya están muertos, o que tú estás muerto... Alguna diferencia cualitativa gorda.<br />
Dirán ustedes: se le ha ido la olla, pero si es una tontería de ruido infernal nada más!<br />
Ya, ya, pero y si vamos más allá? Y si resulta que el mundo sí es nosotros y los otros? Maniqueísmo barato, dirán ustedes. Pues ustedes ya no dicen nada más, hombre ya, tanto interrumpir.<br />
Maniqueismo eh? Pues sí, bien simple, a Walt Disney le costó mucho trabajo labrar una generación como la nuestra, con las cosas tan claritas entre el bien y el mal; de alguna manera había que organizarse no? Pero cuando aprendimos que el mal podía no ser tan malo y que lo bueno a veces era tonto, descubrimos que las primeras reacciones (muy reaccionarias) se resistían a toda una gama de grises.<br />
Así que allí, en el vagón de tren, yo me alarmé y me puse un poco blanca cuando aquel tipo empezó a gritar que lo dejaran tranquilo, que ya no se podía ni escuchar música, que no me toques tío que no me toques y cosas por el estilo. Bastante tiene uno ya, decía, con tanta puta injusticia y tanta mierda. Déjame (de) vivir, hombre ya!<br />
Lo que me pregunté a continuación fue el porqué del espectáculo. Si uno va a trabajar no quiere llegar tarde y que le despidan. Si uno está deprimido, tal vez no le apetece poner la música a toda leche para fastidiar. Si uno quiere llamar la atención por qué se levanta a las 7 de la mañana para hacerlo. No sé, todo era bastante irreal.<br />
Por otro lado, quién había puesto ahí a aquel hombre de seguridad levemente extranjero, con su chalequito fluorescente, para reprimir a los que no cumplen las normas? Era como Batman, algo más de fuerza moral y algo de tecnología (una porra en este caso, pero es por dar una visión global) y se convierte también en un "otro" difícil de calibrar. Batman a veces se ponía muy chungo, no como Superman, que era extraterrestre.<br />
Y por otro lado más (es un asunto poliédrico) puede ser injusto que un señor normal no pueda encender su móvil para escuchar música?<br />
Durante un rato estuve como aturdida, pensando en el porqué de los poliedros y el maniqueismo involuntario, en la gama de grises y en los asesinos en serie, en los vigilantes y en quién vigila al que vigila, en la libertad y en el respeto y en esa cosa en la que se convierte la convivencia cuando se parece tanto a un comportamiento ovino. Todo eso sin haber tomado café.<br />
Me pareció todo de un relativo que me dió ganas de acostarme, pero terminé echándole la culpa a walt disney y a series como "Érase una vez" dónde todo era mucho más sencillo de reconocer. <br />
Ahora a ver a quién se le pide la indemnización. Garzón, yo te convoco.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-20336940092012579902009-10-14T09:02:00.000-07:002009-10-14T09:02:21.599-07:00Punto de fugaSegún un estudio que he llevado a cabo, si en el transcurso de una conversación el sujeto oyente desvía la mirada de manera súbita hacia un punto indeterminado del cielo o del techo (según las circunstancias físicas del entorno) sin venir a qué, 8 de cada 10 interlocutores buscan con la mirada, también de manera súbita, ese punto indeterminado anteriormente mencionado.<br />
Según, a su vez, la teoría que pretendo demostrar y que no podré demostrar porque a ver cómo, esto se debe principalmente a 8 motivos:<br />
1- La vanidad. El sujeto emisor en este ejemplo de comunicación no sólo descubre la ruptura de la comunicación por el efecto de un agente externo desconocido sino que aprecia además que ese agente es positivamente más interesante que aquello que el sujeto venía desarrollando. En muchos de los casos es notable la sensación de ofensa que se produce en el sujeto, pero normalmente se lo callan.<br />
2- El instinto animal. De manera inconsciente el sujeto emisor suele volverse en un afán apresurado de evitar el impacto de algún proyectil, y se barajan en un tiempo brevísimo las posibilidades de que se trate de una cagada de pájaro, una pelota de golf, un ala delta sin rumbo, los residuos de un wáter aeronáutico o incluso una colleja de Dios. Este tipo de pensamientos tampoco los puedo probar.<br />
3- La envidia. Algunas reacciones menos violentas indican cierta frustración y suelen manifestarse en pequeños y repetidos alzamientos de cabeza hasta realizar el definitivo que deja la mirada fuera del contexto comunicativo. Suele deberse a que reconocen que se están perdiendo algo y que una vez más no han sido los primeros en verlo. <br />
4 - La ilusión. En algunos sujetos ese tipo de alteraciones del orden comunicativo los llevan a un estado de excitación que viene dado por una especie de intuición de la alegría. Esto ocurre en individuos muy propensos a la exaltación de la vida, como hippies, niños pequeños, catequistas, etc. que interpretan la ruptura del diálogo como el comienzo de alguna nueva y disparatada aventura. El pensamiento paralelo a esta emoción podría ser: "¿qué pasa? ¿qué pasa?"<br />
5 - La extrañeza. Algunos individuos no conciben que pueda haber algo más interesante que su conversación y no llegan a asimilar que el foco de atención se desvíe de ellos mismos. Suelen arrugar la nariz y decir "¿qué miras?" como con asco al tiempo que recuperan el hilo de sus pensamientos con un "como te iba diciendo..."<br />
6 - La baja autoestima. Algunos de los sujetos daban por perdida la interacción mucho antes de que el experimento se llevara a cabo así que, con naturalidad y convencidos de que ese momento llegaría, desvían la mirada hacia el agente externo interruptor (inexistente) con una sonrisa en los labios. <br />
<br />
7 - El efecto pelota de Nivea. En personas adultas se demuestra que ante un estímulo como este se da un movimiento no voluntario de desplazamiento en busca de algo, sin duda motivado por las lluvias de balones de playa y paracaidistas de plástico en las playas durante los años 80.<br />
8 - El egoísmo. El sujeto no sólo dirige su mirada hacia el punto de fuga mencionado sino que da la espalda al sujeto oyente y lo bloquea por si fuera algo de comer lo que se avecina del cielo. ¿Puede tener la ascendencia judía algo que ver con esto? Tengo que revisar los historiales.<br />
<br />
Del 20% restante un 10 % me recomendó un quiropráctico para el problema de vértebras y el otro 10 % restante aprovechó para bajarme los pantalones (del pijama, gracias a Dios estaba en casa) y tuve que castigar pavlovianamente su conducta con baños de electrocución.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-47558553860842047062009-09-24T11:02:00.000-07:002009-09-24T11:59:31.085-07:00Sala de EsperaLas salas de espera sirven, sobre todo, para imaginarse la vida de los otros. Ejemplo:<br />
Una sala de espera de una consulta médica. Servicio Andaluz de Salud, 10 personas, 9:37 am.<br />
La mayor parte de los esperantes son ancianos, y la mayor parte de las ancianas llevan batas de flores. <br />
Ya de ahí, a golpe de travelling, se deduce que el nivel de vida de estos conciudadanos es medio-bajo.<br />
También se encuentran señoras de mediana edad que luego tienen que ir a la peluquería y algo de juventud en chándal, pidiendo la baja laboral. Cuando vas en chándal tienes peor pinta, hay que saber vestir para cada ocasión.<br />
El que viene a por recetas se diferencia claramente porque se mueve más. Es como si estuviera culpándose a sí mismo por no haberse colado ya. <br />
Hay un señor en el asiento más cercano a la puerta, justo debajo de la lista de citas que ponen en el tablón. Esto suele pasar y se persiguen 2 fines principales: 1.- erigirse en organizador de las citas, quitándole el trabajo a la enfermera simpática que suele asomarse a la puerta a controlar al personal. Este señor te indicará de buen grado detrás de quién vas aunque no lo hayas preguntado. 2) olismear el interior de la consulta en la subida y bajada de pacientes, indagando en sus caras al salir, y analizando la del médico al entrar, si lo tiene a tiro con el rabillo del ojo. Luego es común que el señor ponga caras, loco por comunicar que sospecha que el médico hoy tiene un día de perros.<br />
Cuando una ya lleva un rato y ha entrado en el juego endiablado de imaginarse las vidas de los demás, es común que el siguiente paso sea imaginar qué dolencia les lleva al médico de cabecera (así es como lo seguimos llamando aquí, por encima de Emilio Aragón y de quien se nos ponga por delante)<br />
El señor de las recetas merodea la puerta de la consulta pero no presenta cuadro alguno. Es una tontería presentar un cuadro si uno no se lo sabe bien y si además no te gusta el arte. Debe de habérsele acabado el Espidifén y como es jubilado no está dispuesto a pagar un duro por él. Ni tampoco puede permitirse vivir sin él, como todos a estas alturas; yo sospecho que el espidifén lo trajo del futuro una chica con el pelo azul que se ríe por tonterías o tal vez es, como el slurm, algún tipo de defecación deshidratada de algún bicho superasqueroso. Prefiero no pensarlo y limitarme a reverenciarlo como la panacea médica que es.<br />
A ver, que me pierdo. Este hombre no tiene nada, seguro. Y el guardíán de la puerta, lo más que va a tener va a ser la tensión y viene a tomársela cada dos por tres. De ahí que se sienta con el derecho y el deber de ser hospitalario con las visitas (qué bien buscadas las palabras eh?). <br />
Señora de la bata #1: Pies hinchados. Problemas de circulación. A veces busca en el bolso el móvil y lo mira con la parte de abajo de las gafas. Está esperando a que le llame la hija que dijo que venía a comer y/o a llevarle la compra. La hija estará entrada en carnes, como la madre, seguramente con varices ya.<br />
Señora de la bata #2: se abanica golpeándose el pecho. Cris, cris, cris, cris... ra racatá (esto es cerrar y abrir el abanico de nuevo, que es algo que se hace mucho sólo por hacerlo) Menopausia, parece. Es una señora lozana que se ve que ha echado cuerpo desde que se le está retirando la regla. La verdad es que no hace tanto calor.<br />
Señor de gorra y bastón: Diabetes fijo. De hecho seguramente esta mañana ya se ha dado un garbeo por el parque y eso que las piernas las tiene también regular. La dieta llevarla no la lleva, porque se come sus buenos cuscurros de pan, pero andar anda más que un reloj de cuarzo. Yo me encuentro mu bien, doctor, a ver si no llegamos a lo de pincharse.<br />
Joven en chándal #1: este chico está muy resfriado. Es una época muy mala. Viene a por la baja laboral, eso seguro, ¿pero es lícito pedirle a un enfermo que vaya a recoger su baja a su centro de salud, la misma baja que acredita que no puede ir a trabajar porque está en cama? Yo es que hay que cosas que no, que no... Este chico tiene fiebre y sólo de ver a la del abanico le dan escalofríos de los chungos.<br />
Joven en chándal #2: es una chica y para hacer honor a la verdad lleva vaqueros. Pero la idea es la misma, porque lleva una sudadera de fruit of the loom del año de los verdiales. Como no le veo síntomas externos, voy a hacer un alarde de aprendizaje significativo adquirido en mis visionados de las 3 primeras temporadas de House. Luego ya lo dejé porque empezó a ser un poco predecible. Esta chica tiene un empaste de plomo que lleva ahí desde que tenía 8 años, y que le perpretó un odontólogo argentino que cerró la consulta al año siguiente y al que no se le volvió a ver. A pesar de que el empaste es más duro que el Arcoyano ha ido erosionándose, permitiendo que ciertas partículas de ese plomo nocivísisimo pasaran a ser digeridas por la sencilla muchacha de fruit of the loom. Su organismo lo asimiló sorprendentemente, ya que uno de sus ancestros más remotos una vez sufrió un descarga por un rayo y mutó genéticamente haciéndose inmune al zumo de limón, bebida que la chica ingiere con una frecuencia inusitada y que al contacto con las pequeñas partículas de plomo hacen una aleación biomortal que modifica su adn y hace que tenga todos sus órganos levemente metalizados. Esto la hace inmune a daños externos aunque últimamente se ha estado sintiendo apática y poco activa. Lo que no sabe es que su inmortalidad ha acabado también con su capacidad para sentir emociones. También cursa con episodios de estreñimiento severo. Imagino yo. Y seguramente es mejor que la verdad, que puede ser también que cree que se ha quedado preñada sin querer.<br />
Señora aún no mayor: por la manera en que cruza los brazos bajo el pecho se diría que hace unos días se notó un bultito al salir de la ducha. Como es más bien hipocondriaca y como a la vecina de cuando vivía en la otra casa le diagnosticaron un cáncer que la trajo por la calle de la amargura, menos mal que no pasó nada, ha decidido gritarle al doctor desde el primer momento "Quiero una mamografía ya", no vaya a ser que le den largas y luego viene la negra y el médico en su casa tan tranquilo. <br />
Madre con niño: Nada, el niño, que dice que cuando corre se ahoga. ¿pero cuánto corre el niño, oiga? le dirá el médico, porque si yo hago la carrera de los mil metros en 3'12 también me ahogo. Pues cuando corre de correr, en el recreo y cuando le persigo con la zapatilla. De hecho por eso me di cuenta, que dió la zapatilla en una puerta y él me miró con una carita de no tener oxígeno ninguno... Asma. Al pediatra. Siguiente!!<br />
Esa se supone que soy yo.<br />
Pero yo no he ido al médico recientemente, fíjense, sin actimel ni vacuna de la gripe ni mojigangas de esas para débiles. Yo estoy sana como una manzana. Pero verá usted, doctor, a veces me aburro y me siento tan poca cosa, tan triste... No me dió la baja por depresión porque me faltó el chándal, todo lo tengo que aprender a palos.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-69303067265998562892009-09-20T01:58:00.000-07:002009-09-23T11:15:24.062-07:00Soñar con los ojos abiertos, en un sentido menos profundoQué despertar más malo.<br />
He tenido un sueño agotador de por lo menos 20 minutos en los que perdía mi tripulación del barco pirata y sólo quedábamos mi lugarteniente y yo. Yo era el capitán del barco (ojo, capitán, no capitana) y había amarrado el cadáver de cada marinero a su puesto para guardar las apariencias.<br />
Al pasar con el barco junto a la casa donde me crié aprovechamos el viaje para dejar a un gatito que llevábamos a bordo animándole a cruzar desde la mayor a la rama de un pino. El gato resultó ser un poco tonto y en cuanto pisó la rama se tiró al vacio. Luego se fue sin más.<br />
Tras eso descubrí que el imaginario mar que no debería estar ahí -porque eso de siempre había sido una carretera- estaba siendo reprimido en gigantescas presas caseras, hechas por ejércitos desconocidos que esperaban a que llegaran las hordas moriscas desde el otro lado del estrecho. Pero las presas estaban muy mal hechas y mi lugarteniente y yo corríamos por arenas traicioneras llenas de musgo en determinadas zonas y en paralelo a un horizonte de enormes chorros de agua a propulsión, uno por cada farola de la ciudad que asomaba de entre las nuevas presas.<br />
"El mar no puede ser dominado- decía yo, mientra el agua se filtraba por la tierra a una velocidad de vértigo- pronto estaremos anegados de nuevo". "Y nos hemos dejado el barco en tu casa" dijo mi lugarteniente, como quien habla de haber olvidado el paraguas.<br />
Cuando el nivel del agua empezaba a subir, a lo diluvio universal, nos agarramos a lo que pudimos e intentamos nadar, pero ya se oía a los moros llegar con esos alaridos del desierto que hacen estremecer.<br />
Llegamos a una costa desconocida, tras nadar a una velocidad que sólo podría haber igualado johny weismuller cuando era tarzán, y en la costa había una fortaleza extraña, piedra por fuera y bloque de apartamentos por dentro. Allí me escondí en solitario de un guardia de sable curvo en un cuartucho que parecía una portería. No volví a ver al lugarteniente.<br />
Salí de la portería a hurtadillas. Sabía que me encontraba en una situación difícil. Estaba en el corazón militar del enemigo y estaba desarmado. El interior de la fortaleza estaba hecho una mierda y me perdí. No sabía cómo llegaría de nuevo a la playa y sabía que tendría que hacer otra vez el weismuller para llegar a mi barco.<br />
Estaba atrapado. Entonces me pareció ver una cara horrible asomando tras una puerta blanca.<br />
Sí, efectivamente, era la cara de una bruja, una cara que medía como un metro, con su nariz verde y sus orejas largas, y se escondía concretamente tras las puertas del armario de mi cuarto, mi cuarto actual, donde yo dormía.<br />
En realidad tenía los ojos abiertos.<br />
Pero seguía soñando porque veía aquella bruja y la oía, y no podía mover ni un músculo de mi cuerpo, ni siquiera podía terminar de abrir los ojos. Luchaba por hacerme con el control de mí misma entre las risotadas de esa bruja infernal y entonces me pareció conseguir mover la mano y alcanzar el móvil de la mesilla, donde lo pongo cada noche para usarlo de despertador.<br />
Con el resto del cuerpo anquilosado, apunté con mi brazo móvil y el móvil (valga la redundancia) a la cara del ser grotesco que me atenazaba desde la puerta abierta del armario.<br />
"Muere, muere!!" le decía yo.<br />
"Es verdad, me muero, me muero!" decía ella.<br />
Y entonces conseguí moverme en mi cama y levantarme alterada después de tanta aventura onírica. En realidad no había cogido el móvil, aunque estaba ahí, y la cara de la bruja ya no era una cara.<br />
Me acerqué al armario y vi que la nariz había sido mi camisa verde, y el resto de arrugas y deformidades estaba compuesto por camisetas y blusas multicolores.<br />
No volveré a dormir con la puerta del armario abierta.<br />
<br />
Epílogo: quisiera disculparme por el rollazo que me he marcado sólo para decir que qué chungo es seguir soñando cuando ya tienes los ojos abiertos. Faltaría también un desarrollo formal del sentido metafórico que puede tener esta frase aplicada a la vida, pero ya no tengo más ganas.<br />
<br />
Un saludoLuchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-11379098089837563622009-09-17T04:12:00.000-07:002009-09-17T04:30:14.637-07:00Love or Leave Me - Nina Simone<a href="http://www.youtube.com/watch?v=GEQpipS_qfc">http://www.youtube.com/watch?v=GEQpipS_qfc</a><br />Esta canción es una de mis favoritas.<br />Quería compartirla porque Nina Simone ha sido uno de mis mejores descubrimientos personales de los últimos años. Por eso mi gata se llama Nina y el próximo gato se llamará Simón.<br /><br />Un saludo!Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-3983865136622438062009-09-12T11:44:00.000-07:002009-09-12T12:56:46.035-07:00SICAVHoy escuché en la radio una entrevista a un señor de mucho saber, un catedrático en Economía, que explicó lo que es un "Sicav". Parece ser que se unen unos señores muy ricos, al menos 100, para crear una especie de sociedad limitada de inversión, cuyo fondo mínimo es de 2400 millones de euros.<br />Cuando el hombre de mucho saber dijo esto, Isabel Gemio se quedó como trastabillada, cómo qué? lo qué?, pero es que este hombre se había liado y había puesto algún cero de más. En realidad eran 2 millones 400 mil euros. Me quedo más tranquila, comentó Isabel, aunque tampoco sé bien cuánto es eso.<br />Comentaba este señor que normalmente, aunque participen 100 inversores, suele darse que en su mayoría las cantidades que aportan son pequeñas y que sólo uno de ellos, tocado con el dedo corazón de dios (luego levantó la divina mano y el gesto se quedó para los demás), es el dueño y señor de las montañas de monedas en las que tio gilito hubiera perecido ahogado.<br />Y estas sociedades pagan impuestos, claro está.<br />Hasta entonces, antes de entrar en el tema sicav, habían estado comentando el de la subida de impuestos. El señor decía que no era una buena medida, pero que en cierto modo se había hecho necesaria; que el IVA que pagamos los españoles es de los más bajos de la unión europea y que aún podíamos permitirnos subir un 2 % y perder posiciones en un ranking en el que, sorpresa, íbamos bien; que no iba a suponer demasiado para los españoles y que probablemente y cruzando los dedos el consumo no iba a verse afectado; que nuestra presión fiscal no era mucha comparada con el resto de Europa pero que en realidad eso podía llevar a engaños, porque los europeos pueden pagar más impuestos, pero tienen más coberturas, así que quito de aquí para poner allí y el resultado es el mismo. El hombre hablaba que era una monería, teniendo en cuenta que siendo yo de letras mixtas y habiendo dado matemáticas resumiendo y rapidito me quedé bastante bien con la copla.<br />Entonces llegó la pregunta del millón. De los 2 millones 400. ¿Por qué no se suben los impuestos de esas rentas altas que participan en los sicav?, dijo Isabel. Muy sencillo. Porque si se suben los impuestos a las rentas altas, con el rollo ese de arrimar el hombro, como en una familia, para salir de la puñetera crisis nos encontramos con que sí, que es lo justo, que es lo suyo, pero que a los sicavrios les puede parecer regular y pueden querer llevarse sus dineros a otro país donde les traten mejor. Pueden incluso indignarse o sufrir un terrible disgusto.<br />Así que es mejor que le paguemos el café al jefe en el desayuno, o que no le cobremos al milloneti de turno cuando venga a nuestra tienda o que seamos como el sastre de Campillos, que cosía de balde y ponía el hilo. O el culo; o podríamos también recuperar lo del derecho de pernada, qué bonita costumbre, para que no se nos vayan.<br />Lo malo es que no lo descubres ahora; lo sabes, lo callas y tiras. Pero cuando alguien te lo dice a las claras te dan ganas de ser biólogo, mutar un virus y hacerlo letal, llevarte a los colegas a un búnker y esperar unos años a que no haya nadie sobre la faz de la tierra. Y cuando volvamos a cagarla, volverlo a hacer.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-14884022954322466622009-09-11T15:25:00.000-07:002009-09-11T18:08:55.390-07:00Terror en el hipermercadoAyer me contaron una historieta.<br />Me dijeron que habían despedido a un guardia de seguridad de Media Markt porque a la hora del cierre...<br />Bueno, lo cuento bien. Estaban estando un guardia de seguridad de Media Markt y un jefe de sección (una sección) a la hora del cierre. Convinieron en repartirse las zonas a desparasitar de clientes quedando uno en la planta de arriba y otro en la de abajo. Hicieron un Comando Cierre Vamosquenosvamos.<br />Y se fueron.<br />En mitad de la noche, llamaron (no sé quién, me falta ese dato, pongamos que los servicios de emergencia ¿?) al gerente de Media Markt para que acudiera cuanto antes al centro comercial porque había un señor encerrado en la planta de arriba. Pegado al cristal que da a la escalera mecánica, me imagino yo, como un niño burbuja.<br />El señor fue liberado, eso ya no importa tanto, y el guardia de seguridad, que debió comprobar per se que todos los clientes habían abandonado el establecimiento, fue despedido. Pero lo que a mí me gustó, lo que me hizo dejar de picar pimiento y mirar hacia la persona que hablaba, fue escuchar que este señor, este héroe de la vida cotidiana, se había quedado frito en un sofalito de las teles, arrebujado como en el salón de su casa. Estupendo.<br />Él, indiferente a los mensajes consumistas, a los grandes carteles con exclamaciones de ofertas, a la música comercial que no para, que te invita a que no pares, a la gente que empuja, a las mil pantallas de muchas pulgadas emitiendo a la vez, había tenido el poder sobrehumano de echar una cabezada.<br />Me imaginé el momentazo en el que el señor este abriera un ojillo, despacio, y luego el otro, mirara alrededor desperezándose y descubriera que estaba... ¡hostias! ¡que me he dormido! ¡que esto lo han cerrao!... ¡Atrapado en el Media Markt!<br /><br />Pensé que era una idea genial para un corto. Perfecto para alguien de audiovisuales. El tipo, solo, a oscuras, rodeado de electrónica del futuro hoy... Para no chafar la aventura, el señor no tendría móvil, o lo tendría sin bateria o fuera de cobertura, si no no tiene gracia. Lo primero sería comprobar que las plays están desenchufadas. Tras el chasco, bajaría a la planta baja a terminar de comprobar, como si hiciera falta, que no había ni un alma, al principio con prisa, como si se fuera a quedar sin oxígeno y luego despacio, pensando en que su mujer no le iba a creer ni media como no presentara un justificante de la policía cuando saliera de allí. Luego se pasearía un rato pensando qué hacer, elaborando en voz alta un plan de acción, toqueteándolo todo porque en esa situación es un deber moral.<br />Luego va al ascensor. Lo mismo, se dice el hombre, el ascensor este baja hasta el parking y por ahí me voy como el que no quiere la cosa. En tal caso, se dice, me llevaré algún recuerdo que bien me lo he ganado. Un ipo de esos o una xbox. Pero no va a tener suerte y está otra vez en la planta baja, toqueteándolo todo.<br />Se acerca a la persiana metálica y la agita y la mueve y grita, pero sin ganas, porque le está viniendo el sueño otra vez. No va a venir nadie, piensa. Aunque sin saberlo ya ha activado la alarma silenciosa y los servicios de emergencia ¿? ya saben que algo va mal.<br />Ya está, el teléfono. Sube velozmente las escaleras, sintiéndose un poco Bruce Willis, y se mete tras el mostrador de información de la sección de música. Había otros mostradores, pero el de música era el de su zona, porque estaba más cerca de su sofá. Agarra el teléfono con decisión y marca el número de su parienta. Loli, escucha, no te lo vas a creer, es lo que piensa decirle. O flipa, Loli, mu fuerte. Pero el señor no sabe que para hacer llamadas externas hay que marcar un prefijo y por lo tanto, no hay quien conecte con el mundo exterior. Mayday, mayday, dice, pero no suena más que un pitido continuo.<br />Se sienta suspirando en la silla tras el mostrador y ya empieza a pensar en qué muerte más mala, y en qué pocas veces le digo a Loli que la quiero.<br />Se levanta y aún le quedan 20 minutos (los servicios de emergencia ¿? son así, que lo mismo tardan 20 minutos que una hora que dos) toqueteando y toqueteándolo todo hasta que se escuchan pasos apresurados en los pasillos del centro comercial. El señor se precipita a la cristalera que da a la escalera mecánica (ese es el fotograma niño burbuja) y se pone a golpear el cristal. Estoy salvado! Salvado! Y desde fuera se le vería abrir la boca mucho pero no se le oiría ni gota.<br />Al fin lo ven, el ladrón está allí arriba, lo tenemos rodeado (los servicios de emergencia son muy pretenciosos a veces) y corren hacia la puerta a esperar a que llegue el gerente con la llave.<br />El señor baja y se pega a la persiana metálica: "¡que me han encerrado aquí, oiga, que yo no quería! ¡que es que trabajo mucho y se me ha ido el santo al cielo, desde las 6 que estoy despierto y pues... que me he quedado frito. Pero frito. ¿Me van a sacar de aquí?"<br />"Documentación" por toda respuesta y desde el fondo aparece corriendo un señor en chándal, el gerente, con el pelo de punta y la marca de la sábana en la cara.<br />Es el fin de la aventura. Nuestro héroe no sabe que acaba de pasar por su momento más glorioso, aunque con el ruido de la persiana metálica subiendo le ha invadido un no sé qué, como una nostalgia, como un síndrome de Estocolmo raro, que le ha recordado el sueño de su infancia de esconderse en la tienda de juguetes y esperar a que cierren.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-5597349555799723742009-09-04T02:11:00.000-07:002009-09-04T03:31:55.718-07:00Comprar un bebéHoy he escuchado en la tele, en Espejo Público, una noticia que ha indignado a los allí presentes.<br />Han sido detenidos dos hombres por intentar vender un bebé de cuatro días a un señor venelozano que les pagaba 18000 euros. La madre, que era búlgara, tal vez no estaba muy al tanto de la situación (o igual sí, están investigándolo) y alegaba que no podían hacerse cargo del niño. Uno de los detenidos es el marido, que presuntamente es el malo de la historia, el cerebro que maquinó la idea.<br />Que un niño recién nacido esté en venta no me extraña, esa es la verdad. Que nazcas y de repente estés en el mercado no dista tanto de la idea de humanidad que tengo en la cabeza. Lo que me extraña es que de verdad pueda sorprendernos y además que nos ataque la moral.<br />No sé si conocen estos programas matutinos como Espejo Público, o Ana Rosa u otros por el estilo, que van a buscar la sangre como perros de presa, o más bien de caza porque llegan a la víctima cuando ya todo ha pasado y la llevan entre los dientes precisamente al que le pegó el tiro.<br />Y si los conocen, sabrán que no sólo muestran asesinatos, desapariciones, padres rotos de dolor e hijos llorosos, si no que además se revuelcan en el fango de la indignación ante la afrenta (cualquiera) y se refocilan en una ilusión de superioridad moral con la que tratan de llegar a las amas de casa para hacerlas sentirse mejores personas.<br />Pues si partimos de ahí, pueden imaginarse lo dolidos que se han mostrado los contertulios y la presentadora ante la sola idea de que un bebé pequeñito haya podido ser vendido por dinero.<br />Emplearon sus términos polivalentes habituales: canalla, desgraciado, inhumano, vil, ruín, etc. Los intercalaban cada x tiempo, para dorar sus intervenciones. Y concluían con la manida frase "esperamos que se haga justicia" a la que nunca sigue la que debería: "tal y como aquí hemos hecho en un ratito".<br />En este caso nadie ha hablado de las adopciones y del dinero que se gasta la gente en "adquirir" un niño, en ser una familia idónea. Ni tampoco de los programas de fertilidad en los que los padres se dejan un pastizal sólo por intentar tener un bebé.<br />Adónde va ese dinero? Parece que al estado o a las clínicas privadas, aprovechando que hay padres que no lo son por mala suerte y que dejarían hasta el último céntimo de sus miserables nóminas por conseguir serlo alguna vez. Y se dejan más de 18000 euros.<br />Pero ese es el medio adecuado de comprar un niño, no en el mercado negro a la puerta de un hospital y recibiéndolo calentito del vientre de una madre que no va a poder cuidarlo, o no va a querer, no sé qué es peor.<br />Porque si esperas en la puerta de un hospital estas siendo el mismo diablo, comprando almas, que son todas del señor, y no tienes derecho y eres un vil y un desgraciado y un inhumano.<br />La única vía es dejar el dinero como miguitas de pan por el camino, un poquito para este, otro poquito para este otro, que no pueda uno sumar el total hasta que, sin tener la certeza de que llegue el momento, consigas estrechar entre tus brazos a tu hijo, o al hijo de alguien, para poder descansar de momento de tanto soltar pasta.<br />La paternidad es un negocio aquí y en Pekín (sobre todo en Pekín) desde antes de que el bebé nazca y se mueven cantidades bestiales de dinero; y se grangean cantidades alarmantes de dolor, y de decepción y de desesperación. ¿Tenemos entonces derecho a golpearnos el pecho si alguien paga 18000 euros por comprar un bebé? Deberíamos más bien mirar debajo de la alfombra y sacar la ruindad propia, y darnos los golpes en el pecho por esa ruindad, la que nos toca directamente, sin salvar nuestros culos sólo porque alguien más tonto hace lo mismo pero más evidente, y además ilegal.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6427698472552983807.post-46240004912966019122009-09-02T16:07:00.000-07:002009-09-10T10:27:12.197-07:00Esto de la vida es una pantomima.<br />Se la pasa uno viendo cómo justificar lo que hace y lo que no hace, con carácter retroactivo, y por qué se está dónde se está y no en ese otro lugar misterioso e inalcanzable en el que no se está.<br />Lo peor es que en cualquier momento se acabará lo que se daba y ya no habrá manera de consolarse pensando que en cuanto puedas, cuando tengas un ratito, en cuanto te dejen por fin a solas contigo misma, harás las cosas como quieres hacerlas.<br />Desde mi deplorable condición burguesa, suelto cosas por la boca que a mi misma me derrapan en los dientes y me los hacen rechinar. Desde mi abominable seguridad social (en todos los sentidos) veo la calma que habría de reinar y no reina, y es un misterio al que nadie encuentra solución desde aquí.<br />Si de algún modo yo no estuviera donde estoy, en este levantarse por la mañana con un despertador y acostarse por la noche con ruido de televisión, con intervalos de comida precocinada o, si hay suerte, cocineo de mi madre, ¿dónde estaría? y lo que es más importante, ¿cómo se ve el mundo desde allí? Tal vez nunca me libere de mi miedo a perder lo que tengo, ese algo indefinido que me convierte en ciudadana respetable, vecina, votante, contribuyente y beneficiaria, pero si alguna vez me armara de valor y tirara todo al váter, o la propia vida me lo quitara jugando sin importancia y me arrojara a los leones, lo más probable es que me entrara la risa floja, hasta estallar en carcajada, por tener la certeza de que el juego ahora puede empezar a ponerse bien.Luchttp://www.blogger.com/profile/12203915663150654045noreply@blogger.com0